Un nuevo estudio de Zuban Córdoba tiene un alerta particular, fuerte, que se vincula con un error que los analistas también le atribuyen a Mauricio Macri y Alberto Fernández: sobreestimar el apoyo de la gente y su tolerancia a las malas noticias.
Pero además, este relevamiento nacional elabora un ranking con las imágenes de los principales dirigentes y funcionarios, oficialistas y opositores, donde aparece un ganador inesperado: el gobernador Axel Kicillof, el mismo que viene siendo muy cuestionado por la inseguridad en la provincia que gobierna y por su participación presencial en el acto de la CGT del último miércoles.
El trabajo fue realizado entre el 25 y el 26 de enero, se trata de una encuesta nacional, con 1.500 entrevistas en todo el país, y presentaron los resultados con +/- 2,53% de margen de error.
La imagen del Gobierno y la herencia
Cuando el informe empieza a desgranar los números de aceptación del actual gobierno, se confirma la nueva polarización: gente que apoya mucho y gente que rechaza también mucho a la nueva gestión libertaria. En general, el balance de los volúmenes de ambos grupos es negativo para el oficialismo.
En los números de Zuban Córdoba, el 36,2% aprueba totalmente al Gobierno nacional contra 52,8% que lo desaprueba con la misma intensidad.
Una división similar aparece cuando se pregunta por el rumbo del país: 42,3% cree que va en la “dirección correcta” y 54,4% piensa lo contrario.
También con las expectativas económicas del país se produce una fuerte división: 33,2% es optimista y 44,3%, pesimista.
A favor de Milei, y como también reflejan otros estudios, la responsabilidad sobre la (mala) situación actual se atribuye más al gobierno anterior de los Fernández que al que asumió hace un mes y medio: 45,9% contra 39,1%. Un 14,8% apunta a ambos por igual.
De todos modos, los que culpan a la administración libertaria resultan un número elevado, teniendo en cuenta el poco tiempo que lleva en el poder. ¿Influirá una cuestión política e ideológica o pegó de lleno el 25,5% de inflación de diciembre? Acaso haya un poco de cada cosa.
¿Kicillof el de mejor imagen?
Un dato que también llama la atención es cómo queda conformado el ranking de imágenes de los principales dirigentes del oficialismo y la oposición. En la mayoría de los estudios, los funcionarios del Gobierno lideran la tabla y los peronistas/kirchneristas terminan debajo.
Pero en los números de Zuban Córdoba -en el que todos los evaluados quedan con diferencial en contra de imagen-, el de mejor relación apoyo/rechazo es Kicillof. Al gobernador le atribuyen 45,5% de positiva y 53% de negativa.
Les gana por nada a las dos mujeres del Gobierno que suelen medir bien: la vice Victoria Villarruel (+ 45,4% y – 53,1%), y la ministra Patricia Bullrich (+ 44,4% y – 55,3%).
También quedan en ese nivel dos oficialistas hombres: el presidente Milei (+ 44,3% y – 55,2%), y el vocero Manuel Adorni (+ 41,5% y – 50,3%).
Después, más alejados, completan:
Cristina Kirchner: + 40,5% y – 59,1%.
Mauricio Macri: + 35,7% y – 63,4%.
Karina Milei: + 35,3% y – 48%.
Luis Caputo: + 35,2% y – 57,4%.
Martín Menem: + 34,3% y – 43,5%.
Federico Sturzenegger: + 29,1% y – 53,9%.
Consensos precarios
El informe también analiza los resultados con una advertencia para Milei. Dice así:
“Tanto durante el gobierno de Alberto Fernández como con el de Mauricio Macri advertimos en numerosas oportunidades la existencia de ‘consensos precarios’. Esto es, procesos de aceptación social sobre las gestiones en general o sobre medidas en particular que suelen ser efímeros y acotados en el tiempo”.
“Sin embargo, los gobiernos actúan siempre como si esos consensos fuesen eternos o permanentes y abusan de ellos hasta desgastarlos, generando procesos agravados de colapsos de la confianza o credibilidad pública, que terminan luego afectando seriamente el resto de sus mandatos”.
“En el gobierno anterior, en tan solo meses pasaron de imagen positiva en torno al 80% al comienzo de sus períodos de negatividad, marcados por hechos puntuales como la foto de la fiesta de Olivos y el intento de intervención en Vicentin. Nunca se recuperaron”.
“La existencia de consensos precarios, entendemos, son ya la regla y no la excepción en el sistema de gobernabilidad en Argentina. Los gobiernos asumen y consumen rápidamente el capital político inicial. Dando lugar luego a etapas de auténtica agonía política, donde todo se hace más difícil y cuesta arriba”.