Todo sucedió de manera abrupta e inesperada. El jefe de Gabinete del Gobierno de la Ciudad, Felipe Miguel, ya había finalizado su exposición en la sesión especial que se realizaba este martes en la Legislatura porteña para informar sobre lo hecho por el Poder Ejecutivo en el segundo semestre del año. Era el turno de las preguntas que iban realizando los distintos legisladores.
Cerca de las 13 sucedió el primer hecho extraño: se cortó la luz y dejaron de funcionar los micrófonos en el recinto. Eso llamó la atención de varios de los presentes, que por lo bajo hablaron de “un boicot” ya que en el resto del Palacio Legislativo había luz.
Durante un tiempo, los legisladores Gabriel Fuks y Marcelo Depierro hicieron sus preguntas casi a los gritos. Pero enseguida, se abrieron todas las puertas que dan al recinto y un grupo de trabajadores de ATE, UPCN y Sutecba, hicieron sonar sus bombos de manera estruendosa, al mismo tiempo en que arrojaban papelitos y petardos reclamando una “recomposición salarial ya” porque “el 19 por ciento no alcanzó”.
Debido al ruido y a la irrupción sorpresiva de los manifestantes gremiales se decidió pasar a un cuarto intermedio, aunque varios legisladores del Pro le dijeron a Noticias Urbanas que “era difícil que se pudiera continuar con la sesión especial”. Además, varios de los manifestantes ocupaban el recinto.
Mientras los legisladores se encuentran reunidos en el Salón Eva Perón para decidir cómo continuar, los trabajadores siguen golpeando sus bombos incesantemente.
El enojo de los gremios está dirigido a la vicepresidenta primera de la Legislatura, Carmen Polledo, que les ofreció un bono de fin de año de 700 pesos que los trabajadores rechazan por insuficiente. Los gremialistas amenazaron con permanecer en el recinto hasta el jueves para de esa manera impedir que se realice la sesión que debe tratar el Presupuesto 2018. Esa amenaza abrió un canal de diálogo que se está llevando a cabo en una de las oficinas cercanas al Salón Eva Perón donde los sindicalistas mantienen una reunión entre ellos, para luego reunirse con las autoridades de la Legislatura.
Felipe Miguel, por su parte, continúa en el Palacio Legislativo.
