Valdés, quien actualmente es diputado nacional por Unión por la Patria (UP) y fue representante argentino en la Santa Sede entre 2014 y 2015, describió a Francisco como “un Papa con olor a oveja” y subrayó su conexión con el pueblo católico. “Pasó de ser rey de reyes a convertirse en pastor”, comentó.
Al mismo tiempo, aseguró que el Papa tenía la misión de “unir a personas de fe y a agnósticos” y dijo que fue el primer pontífice que gobernó con “la teología del fin del mundo” y sin mirar al mundo desde Europa. “Ojalá que los que continúen sigan en esa línea”, señaló Valdés, que mantuvo un vínculo de amistad con Jorge Bergoglio.
Acerca del frustrante regreso de Francisco a su país natal, Valdés comentó que el Papa optó por no regresar debido a que “no deseaba actuar como un factor de división”.
En este contexto, mencionó que, durante su tiempo como embajador en el Vaticano, Cristina Fernández de Kirchner, quien era presidenta en ese momento, extendió una invitación al Papa, pero él eligió “tomar un rumbo distinto. Es algo que nos afecta a todos y que permanece pendiente”, añadió.
A pesar de que Francisco nunca declinó ninguna de las invitaciones de Cristina Fernández de Kirchner, Mauricio Macri, Alberto Fernández y Javier Milei, presidentes que ejercieron durante su papado, no se emitió un comunicado oficial respecto a su elección. Su viaje siempre estuvo “en evaluación”, aunque nunca se materializó.
La hipótesis más plausible sobre el exilio de Bergoglio está vinculada a su visión de la “grieta” en la política argentina. El pontífice, que se mantuvo al tanto de la situación en Argentina mientras estuvo en el exterior, creía que cualquier acción durante su visita a su nación habría sido interpretada dentro del contexto polarizador de la política nacional.