El nombre de Victoria Tolosa Paz, suena para liderar las listas del oficialismo en la provincia de Buenos Aires en la elección de medio término. La presidenta del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales explicó su trayectoria política en una entrevista que brindó al medio Perfil.
—¿Cómo te cambió la vida la pareja con Pepe Albistur a partir de 2007?
—Tuve la dicha de conocer a Pepe en la ciudad de La Plata, el día que lanzaba la candidatura como secretario de Medios de Cristina Kirchner en el Teatro Argentino de La Plata. Yo era militante y trabajaba para la candidatura de Carlos Castagneto, que iba a una interna contra Pablo Bruera y Julio Alak. Fui como militante. No tenía ni pulserita ni posibilidades de entrar. Me quedé en las vallas con las compañeras del territorio. Una prima de Pepe me dijo: “Esta noche cenamos con el jefe de campaña”. Sabía que me gustaba la política y había intentado presentármelo en términos más personales y yo no había aceptado.
—Antes eras la rubia pituca; ahora, la mujer de Pepe.
—Es una suerte de descalificación. Si tenemos algún rasgo, enseguida intentan justificar por qué. “Es la mujer de Pepe Albistur”, “es una piba de doble apellido”. Victoria Tolosa Paz tiene una historia y un recorrido. Hay un ejemplo en la Villa Palito, La Matanza. Entré a ese asentamiento en 97 a hacer un censo en el marco del plan Las Manzaneras, el Plan Más Vida. Estuve una semana. Ahí abracé al peronismo desde la emoción que me daba ver a las mujeres más pobres de la Argentina hablar de Evita y llorar. Me preguntaba cómo se iba a transformar, y si iba a poder ver el cambio. Me tocó volver en una diplomatura de Flacso en 2010 a lo que ya era el Barrio Almafuerte. Ver el desarrollo de Villa Palito, que ya no es más Villa Palito, sino un barrio con 4.500 viviendas. Todo ese terreno intrincado donde había pasillos y vueltas y caracoles empezó a tener su amanzanamiento, su plaza, su escuela, su centro de integración comunitaria. Entendí todo lo que puede hacer la política cuando tiene propósito, que es la transformación de los individuos.
—¿Cómo es un “ariano prolijo”, como definiste a Alberto Fernández?
—Dije que es un ariano porque tiene esa cosa explosiva. Aries es explosión. Una catarata de energía. Los que tildan a Alberto como moderado no lo conocen enojado. Es un ariano. Aries es fuego, irrumpir, ir para adelante. Es una energía muy potente. No tiene nada que ver con Cáncer, por ejemplo, que es agua.
—Ingresaste a la función pública en la gobernación de Eduardo Duhalde en el área social con Chiche, su mujer. ¿Cómo evolucionó tu pensamiento político desde aquel momento hasta hoy?
—Cuando empecé a trabajar no tenía ninguna razón ni para autodefinirme peronista ni para ingresar al Estado con vocación política. Me invitaron a ser parte de la gestión porque mi vecina era ministra. Vio que era una gran trabajadora. Me hice mi casa. María Nélida Doga me conoció levantando una carretilla a los 23 años, rellenando mi terreno. Yo estudiaba Económicas y le dije, mate de por medio un fin de semana, que estaba buscando trabajo. Así es como me sumé al Consejo. Empecé con la típica tarea administrativa: rendición de cuentas, tesorería, compras, liquidación de viáticos, cuando tenía 23 años y todavía no estaba embarazada de mi tercer hijo. Arranqué la “escuela de gobierno”, como la llamo, de la praxis del expediente, en ese momento los expedientes no eran electrónicos como hoy, eran cosidos. Inmediatamente, en el censo del año 97 empecé a viajar. Me iba a La Matanza, a San Martín, a Tres de Febrero, a Guernica. Conocí todo el AMBA. Censábamos cómo funcionaba el plan Más Vida. En esas recorridas se me despertó todo lo que en mi casa no me habían contado de Perón ni Evita. Vengo de una familia con raigambre radical, si bien mi madre no hablaba mal de Perón. En los asados familiares en lo de los Aramburu, una familia muy tradicional radical platense, se hablaban pestes de Perón y Evita.
—¡Sos la síntesis entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner para encabezar las listas bonaerenses?
—En las próximas semanas o días estará resuelto. Muchos me ponen en ese lugar de síntesis. Construí una muy buena relación de mucho respeto con Cristina, por supuesto. Tanto con Máximo como con ella, como con Sergio Massa y con Alberto. Esto quizás no es tan común adentro del frente. Algunos dicen que soy muy de Cristina, otros que soy muy de Alberto, otros “de Massa no es, pero se lleva bien con Sergio”. O sea, como si hubiese que, otra vez, rotularlo. El argentino tiende a simplificar, a tener que ubicarnos. Bueno, ubíquenme en el Frente de Todos. Soy Frente de Todos.
— ¿Serás la candidata a intendenta de La Plata en 2023?
—Sí, no tengas ninguna duda.
—¿Preferirías competir con Facundo Manes o con Diego Santilli?
—Con el que los ciudadanos elijan. Me da exactamente lo mismo. Los dos expresarán ese proyecto de país que queremos dejar atrás. Una Argentina pensada para unos pocos, cuyo crecimiento no está en la base de formación de la alianza Cambiemos. Critican lo que hacemos, pero no se sabe qué quieren.