“Este no es un búnker más, es el número cien que derribamos”, afirmó este lunes la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, tras participar del derribo de una casa precaria donde se vendían drogas en la localidad de La Matanza.
Acompañada por el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, y sin la presencia de la intendenta peronista, Verónica Magario, Vidal volvió a descargar un discurso de barricada donde destacó nuevamente su “lucha contra las mafias”.
“Esto representa que pasa algo que antes no pasaba en la provincia y es uno de los motivos por los que en 2015 los bonaerenses eligieron el cambio”, remarcó la gobernadora, quien además comparó su tarea con la gestión anterior del peronista, Daniel Scioli.
“Detuvimos el último año más personas por narcotráfico que durante los ocho de la gestión anterior”, dijo.
“Estos son hechos que muestran que estamos comprometidos de verdad, porque no fuimos, no somos y no vamos a ser parte del sistema cómplice de los narcotraficantes”, agregó.
Vidal hizo un repaso conveniente sobre las medidas de gobierno adoptadas en la lucha contra la corrupción y “las mafias”, donde indicó como un logro la “reforma del sistema penitenciario”, aunque evitó mencionar el colpaso de las cárceles bonaerenses y de los calabozos de las comisarías.
“La semana pasada se condenó por primera vez a ocho policías con rango importante que habían sido parte de un esquema de recaudación con sobres que nosotros denunciamos en marzo de 2016”, relató como un ejemplo.
“Y son 12 mil policías que ya no forman parte de las fuerzas bonaerenses”, destacó.
También mencionó la obligatoriedad de publicar las declaraciones juradas de los miembros del gobierno, de las máximas autoridades del Poder Judicial y de los comisarios de la policía provincial.
“Nosotros damos cuenta de cómo vivimos y cómo trabajamos”, dijo.
“Detrás de este búnker –sintetizó Vidal- se transmite un cambio en serio que llegó para quedarse. Esta pelea para mi vale la pena y sé que hay muchos a los que esta pelea no les gusta, que el otro sistema les resultaba más cómodo”.
En tanto Ritondo, ubicado a su lado, siguió esa línea y remarcó: “Antes no había una decisión del Estado de terminar con estos lugares y hoy hay una decisión firme para que no quede ningún lugar en la provincia donde se venda droga. Y ése es nuestro compromiso, terminar con todos los búnkers en la provincia de Buenos Aires”.
