El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires comenzó a estudiar las doce ofertas presentadas por consorcios de empresas para construir el acueducto Bahía Blanca-Río Colorado, una obra presupuestada en $ 5.627 millones.
La construcción del acueducto es considerada por la mandataria bonaerense María Eugenia Vidal como una obra clave para resolver el déficit de provisión de agua potable de la región sur de Buenos Aires. Los trabajos comenzarán entre octubre y noviembre próximos, estipulándose un plazo total de 36 meses para su finalización.
Ante los posibles ajustes que realizaría el Gobierno Nacional en las Obras destinadas a las Provincias, para cumplir con la reducción de la meta de déficit fiscal, la Gobernadora Vidal logra un vital ahorro para mantener viva la llama de la obra pública en su provincia.
“Hemos tenido ofertas significativamente por debajo del presupuesto, como resultado de la estrategia de política de abrir la competitividad fuertemente”, sostuvo el director provincial de Agua y Cloacas, Martín Heinrich, en declaraciones a medios regionales.
El funcionario aclaró que, más allá de las contingencias económicas, no habrá posibilidades de que se afecte el proceso de construcción del acueducto, porque “esto se asume con recursos internacionales”. En ese contexto, el funcionario destacó que “la idea es evaluar las ofertas lo antes posible, porque el dinero está”. La obra es financiada por la Corporación Andina de Fomento (CAF).
En la Corporación Andina de Fomento (CAF) había malestar con el área de Infraestructura del gobierno bonaerense, por la demora y las sucesivas modificaciones técnicas que había sufrido la millonaria licitación de la obra del acueducto del Río Colorado, que ya tenía los fondos asignados hace meses.
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Lo rumores de los pasillos del Ministerio decían que uno de los problemas que habrían generado los retrasos era la presión de grandes empresas ligadas a obras con AySA, como Supercemento, Martinez de la Fuente y C&E Construcciones, que habrían logrado la modificación de requisitos de antecedentes técnicos, como por ejemplo el uso de caños de hierro dúctil, muy utilizados en las obras que realiza AySA.
Primero se había argumentado que las demoras respondían a cuestiones administrativas. Se hablaba de retrasos en la cesión de tierras y en trámites de autorización por parte de Vialidad. Pero por lo bajo, desde el gobierno argumentan que la postergación obedeció a un pedido concreto por parte de las empresas interesadas en el proceso licitatorio.
La licitación estaba prevista para el 15 de septiembre de 2017. Por esos días había una lógica expectativa debido a la magnitud de los trabajos previstos. Sin embargo, el acto fue postergado para fin de año y, pese al anuncio oficial, la apertura recién se realizo este 7 de mayo de 2018.
La obra beneficiará a 450 mil bonaerenses- supone bombear agua del río Colorado, a la altura de la localidad de Pedro Luro, a través de una tubería de impulsión y llevarla hasta la nueva planta potabilizadora.
De acuerdo con el proyecto técnico, las obras empezarán en Pedro Luro, donde además habrá una planta potabilizadora de importantes dimensiones y terminarán en el parque Independencia de Bahía Blanca.
Allí se construirá una gigantesca cisterna que servirá para almacenar y mezclar el agua con la que llega desde el dique Paso de las Piedras, y así distribuir una calidad homogénea en toda esa ciudad que atraviesa desde hace años serios problemas en cuanto a la distribución de agua potable.
El conducto que transportará el agua (con estaciones de bombeo en Pedro Luro y Médanos) correrá a una profundidad de entre 1,5 y 5 metros. Si bien inicialmente se pensó en un plazo de ejecución de cinco años, finalmente quedó reducido a tres.
Desde La Plata se mostraron muy conformes con las ofertas recibidas para esta obra. La mayor parte de las mismas estuvieron por debajo de la base fijada en los pliegos de licitación. En ese sentido, la oferta más baja, de acuerdo con fuentes al tanto del proceso, fue de $ 3.368.812.181, presentada por la empresa mendocina Construcciones Electromecánicas del Oeste (Ceosa). Lo siguen la UTE encabezada por Supercemento y Rovella Carranza con $ 4.129.728.613, luego la UTE de la China State Construction Engineering, en sociedad con la bonaerense Martínez De la Fuente con $ 4.471.002.277.
El Consorcio C&E-Fontana Nicastro-Tecma-Proba que ofreció $5.614.045.896 y la española Acciona, con la local Riva que fijó el número de $5.584.950.012. También hubo interesados de Brasil. El consorcio integrado por Techint y Roggio, cotizó $ 6.573.660.716.
Por estas horas, el ministro de Infraestructura, Roberto Gigante, está abocado al estudio de las propuestas y el ganador se anunciará formalmente en los próximos días.
En el sudoeste de la provincia siguen con ansiedad el devenir de una obra que es clave para abastecer de agua potable a la región. Es que los problemas de agua en Bahía Blanca y los distritos aledaños son históricos.
El acueducto es una obra clave para el ambicioso plan de Vidal y Mauricio Macri de impulsar el desarrollo de Bahía Blanca y convertirla en la “Seattle” del sur bonaerense, de la mano de una fuerte inversión pública en infraestructura.
El talón de Aquiles del plan de la Provincia sigue siendo el déficit en los servicios básicos que sufre la ciudad y el caso paradigmático es el del agua potable.
Vidal, junto al Ministro Gigante, con la buena cantidad de ofertas presentadas por debajo del presupuesto oficial, lograría una vez más patear el tablero del lobby de las constructoras y de la Cámara de la Construcción de la Provincia de Buenos Aires, que tuvo en la era Scioli como autoridades a muchos de los participantes de este concurso. El Cambio continúa en la Provincia de Buenos Aires.