A diecinueve días de que asuma Alberto Fernández, Mauricio Macri, el presidente saliente, decidió este viernes que 16 embajadores políticos, es decir, que no son de carrera diplomática, dejen cada una de sus sedes y vuelvan al país antes del traspaso presidencial, el 10 de diciembre.
La medida fue dispuesta por el decreto 784 firmado por el presidente Mauricio Macri y el canciller Jorge Faurie, publicado este viernes en el Boletín Oficial.
De esa forma, los embajadores que tendrán que volver a Buenos Aires son los que cumplen funciones en Estados Unidos, Fernando Oris de Roa, y en Israel, Mariano Caucino. También los embajadores en China, Diego Guelar; en Chile, José Octavio Bordón; en España, Ramón Puerta, y en Bolivia, Normando Alvarez García.
El decreto alcanza además al embajador ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unicef), Rodolfo Terragno; en Portugal, a Oscar Moscariello; en Colombia, a Marcelo Stubrin y en Uruguay, a Mario Barletta.
En la nómina de quienes deberán hacer las valijas aparecen también el embajador ante el Mercosur y la Aladi, Mauricio Devoto; en Ecuador, Darío Giustozzi; en Paraguay, Héctor Lostri; en Costa Rica, Patricia Giménez; en México, Ezequiel Sabor, y en Perú, Jorge Yoma.
El decreto establece que “los funcionarios deberán encontrarse en la República el día 9 de diciembre de 2019”, es decir un día antes del traspaso presidencial.
Además, el Gobierno ordenó el regreso a Buenos Aires del embajador ante el Vaticano, Rogelio Pfirter. Si bien se trata de un diplomático de carrera, está jubilado y ejercía su misión especialmente convocado.
Fue el gobierno de Carlos Menem el que por decreto estableció una cuota de embajadores políticos. Estos no pueden superar los 25. En distintos momentos hubo tensiones con el cuerpo diplomático porque estos superaban ese número. Mauricio Macri se mantuvo siempre debajo de esa cantidad.