En el mes de julio se produjo un repentino aumento en los flujos de capitales desde los países industrializados hacia los mercados emergentes, debido al impacto del Brexit. El incremento de la inversión fue del 88 por ciento: 25.000 millones fluyeron en julio, contra los 13.300 millones que lo hicieron en junio, según un trabajo del Institute of International Finance (IIF).
El factor dominante de esta tendencia se depositó en las carteras de acciones, totalizando unos 14.600 millones de dólares, según el IIF, que fue creado en 1983 por 38 bancos comerciales del Hemisferio Norte, compañías de seguros y fondos de inversión.
Los mercados que captaron las mayores inversiones se ubican en Asia -adonde se desplazaron unos 19.100 millones- y América Latina, adonde emigraron 8.700 millones de dólares. Por el contrario, los mercados de Europa, África y Medio Oriente recibieron un modesto aumento en los flujos de capitales.
En este marco se registraron varios viajes al exterior de funcionarios argentinos, que buscan convertir a nuestro país en un destinatario privilegiado de esos flujos, aún teniendo en cuenta que están compuestos por activos financieros, que no suelen detenerse en la inversión productiva.
“Los datos corroboran que se registró un repunte vigoroso del apetito por el riesgo en las semanas posteriores al referendo en Reino Unido, lo que se reflejó en una fuerte recuperación del interés del inversor en los mercados emergentes y otros activos de riesgo”, señalaron los expertos del IIF, aludiendo a la dramática instancia por la que el Reino Unido abandonó la Unión Europea.
Esta recuperación en los flujos de las inversiones se produjo tras un período de retracción que comenzó hace un año con la devaluación del yuan, que provocó el éxodo de capitales de los países emergentes por un monto de 81.000 millones, que habían migrado nuevamente hacia sus mercados de origen.