Hace una semana, las farmacias porteñas de “polirubro” se encontraban desprovistas de productos por fuera de los medicamentos, ya que comenzaba a regir una disposición del Gobierno nacional, a la que el Ejecutivo porteño se oponía. Por eso es que, con un decreto de Mauricio Macri se volvió a habilitar la venta de golosinas, libros o DVDs. Regirá desde este jueves 20 de marzo.
La disposición 98/14 permite ejercer el “poder de policía” sobre estos comercios.
De este modo se complementará un decreto anterior (el 41/14) donde Buenos Aires afirmaba que haría uso de su autonomía para habilitar estos establecimientos dentro de su territorio, una postura contraria a la adoptada por el Gobierno nacional.
Con esto, de algún modo se pone un punto final a una vieja polémica que se había generado entre estas farmacias –que tienen como principal referente a Farmacity, aunque también aparecen cadenas como Vantage, Azul y Open Farma, entre otras–, y aquellas más tradicionales que se oponen al modelo “polirubro”.
El problema radicaba en que el primer decreto firmado por Macri (el 41/14) habilitaba la operatoria de las cadenas, aunque no especificaba si el control sobre qué venden correría por cuenta del Gobierno nacional o porteño. Este vacío legal luego subsanado con el decreto 98/14.
El punto de inflexión más fuerte se dio en octubre pasado, cuando la resolución 1632/13 del Ministerio de Salud de la Nación –con lo que se reglamentó la Ley de farmacias 26.567 aprobada en 2009 en el Congreso– estableció que estos comercios sólo podrían vender medicamentos, productos de “higiene o estética” y otros con cualidades “profilácticas, desinfectantes, insecticidas” o similares.
Pero quienes se mostraron a favor fueron la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) y el Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos de la Capital Federal. Por aquel entonces, destacaron que “esta reglamentación deja sin efecto el polirubro, como la venta de CD o golosinas”, aunque ahora esto quedó en la nada.