El mecanismo se viene repitiendo desde el viernes cuando el juez federal Claudio Bonadio le negó las excarcelaciones a todos los empresarios detenidos. Eso provocó sorpresa en casi todos y cambios en las estrategias de defensa. Quedó claro para recuperar la libertad había que transformarse en arrepentido.
Juan Carlos de Goycoechea, ex titular de Isolux en la Argentina, fue el primer integrante de esa lista. Luego se sumaron dos importantes directivos de IECSA, Angelo Calcaterra y Javier Sánchez Caballero. Ahora le tocó a uno de los hombres más importantes de Techint durante años: Héctor Zabaleta, que había sido detenido el lunes.
El excolaborador de los dueños de la compañía ofreció aportar información y brindó a la justicia nombres de otras personas comprometidas.
Zabaleta se convirtió en una nuevo arrepentido en la causa, brindó nombres de otras personas comprometidas y el juez Claudio Bonadio ordenó su liberación
Zabaleta negoció con el fiscal Carlos Stornelli las condiciones para convertirse en imputado colaborador, el mismo camino elegido hasta ahora por los acusados Angelo Calcaterra, Javier Sánchez Caballero y Juan de Goycochea. Luego, Bonadio homologó el acuerdo.
Para muchos ejecutivos la figura del arrepentido se transformó en un salvoconducto que les podría permitir evitar la cárcel o al menos esperar el juicio oral en libertad. Es que la ley permite una reducción de pena importante para quienes aporten información verídica sobre el hecho que se investiga.