Fue sobreactuada la postura pública que adoptó el gobierno socialista de Santa Fe que este sábado incriminó al peronismo santafesino de tener actitudes destituyentes. Es lamentable ver la sobreactuación del socialismo que pretende generar golpes de efecto en la opinión pública para correr de eje la grave situación de seguridad, sin hacerse responsables políticamente de la supuesta connivencia del poder policial con el narcotráfico.
El peronismo santafesino al que representa su presidente, José Freyre, ha tenido siempre una conducta constructiva y de respeto permanente con las instituciones y que el intento de desviar la atención del socialismo no resiste ningún análisis serio en este sentido.
Siguen así sin atacar el principal problema que preocupa a la sociedad que es que el ex jefe de policía, Hugo Tognioli, promovido durante cinco años por este gobierno provincial, hoy se encuentra preso. Esta puesta en escena demuestra dos cosas: un intento por sembrar una cortina de humo que no deje ver lo desorientado que está el gobierno provincial y la enorme falta de capacidad para abordar esta problemática.
La foto que esperaba la gente preocupada por la situación de seguridad debería haber ocurrido no bien se conoció la investigación sobre el ex jefe policial, y no hoy, y sólo para acusar al justicialismo de algo tan absurdo.
Mientras sigan sucediendo estas teatralizaciones poco serias, los grandes problemas de la provincia seguirán creciendo sin respuestas. Esta es la lógica resolutiva de esta alianza política de Hermes Binner y Mario Barletta, y que continúa en el gobierno de Bonfatti: buscan responsables afuera para poder victimizarse sin dar la cara a la sociedad. La única inestabilidad, es la que genera su limitada capacidad de gestión.
Siempre el socialismo ha pretendido tapar las graves consecuencias de sus acciones que subyacen de la incapacidad de sus dirigentes.