Expreso mi fuerte repudio a la presencia de simbología nazi, más aun teniendo en cuenta la manifestación realizada a Plaza de Mayo. Es totalmente reprochable y abominable la presencia de estos símbolos.
La Argentina forma parte de la International Task Force (el grupo dedicado a la rememoración, investigación y educación del Holocausto). Es el único país latinoamericano que forma parte de este grupo internacional.
Este hecho también es doloroso porque se enfrenta a otro grave momento de la historia cuando el presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, aprovecha el escenario de la Asamblea General de la ONU para cargar contra el sionismo, la comunidad judía y el Estado de Israel.
Incluso, Borger consideró que los símbolos nazis vistos el pasado 13 de agosto durante la marcha a Plaza de Mayo son un ejemplo de la “banalización de la Shoá”.
Estoy “doblemente sensible” frente a lo ocurrido en Buenos Aires. Mi madre, quien lleva estampados los números del campo de concentración que estuvo durante la Segunda Guerra Mundial, es testigo viviente para rebatir esta consideraciones negacionistas.
Esto es absolutamente repudiable y es probable que se esgrima este tipo de símbolos desde la ignorancia porque frente a semejantes hechos del momento más aberrante que sufrió la humanidad y, por más disenso que uno pueda tener, no existe nada que pueda justificar la presencia de esos símbolos.
Durante esa protesta convocada en reclamo de mayores medidas de seguridad y en rechazo a las restricciones a la compra de dólares, también se puedo ver la utilización del tradicional pañuelo de las Madres de Plaza de Mayo como una burla contra el emblema de la resistencia pacífica contra la dictadura.
*Presidente de la AMIA.