Cuánto ha costado a la Humanidad tomar conciencia del valor de los derechos humanos!. Esclavitud, genocidios, luchas fratricidas, persecuciones, muertes y desapariciones. Altísimo precio de vidas y dignidades durante siglos para finalmente conquistar libertades y derechos.
Occidente reaccionó en 1948 después de la sangrienta guerra y de ambos holocaustos: Auschwitz – Hiroshima.
Nuestro país conoce de atropellos desde Pedro de Mendoza, pero fue la etapa del terrorismo de Estado la que hizo eclosionar esta conciencia de los derechos humanos y enraizarla en la sociedad. De esa etapa han quedado verdades a medias, enjuiciamientos eviternos, mucho dolor, poca autocrítica, mucho ruido y algunas nueces. El 10 de diciembre evocamos el día de los derechos humanos, y también de la recuperación de la democracia.
Creíamos que nunca más un Gobierno iba a atropellar a su pueblo, hasta que ocurrió ese 20 de diciembre y las calles se tiñeron de sangre y el aire de cacerolazos y bronca popular. ¿Qué ha quedado? Ni verdades, ni ruidos ni nueces. Cada cual con su versión. Memoria del dolor y confusos procesamientos pendientes. El que se vayan todos se evaporó: ahí están. Los gestores de esa fracasada Alianza del Molino, apenas si sobreviven políticamente condenados a perfil bajo, como siempre culpando a otros de sus desaciertos y muchos de ellos colados ya en los pliegues del peronismo en el poder.
Y una noche de un 30 de diciembre, fue Cromañón, punto de confluencia de la codicia, el rocanrol, la negligencia, la ineficiencia y la corrupción. Costó 193 vidas jóvenes en pocos minutos. Nuevo dolor, y sin embargo todo pendiente, responsables con cero autocrítica, también colados y apostando al olvido.
¿Es posible transitar diciembre sin estos hitos de conciencia, sin reflexionar?
No hay árbol navideño que tape el bosque de las memorias de diciembre.
¿Podrá y querrá el revisionismo histórico en sus análisis llegar hasta nuestros días y reconstruir las verdades sepultadas en las marañas tribunalicias, a pesar de tantas pseudo investigaciones, de tantos relatos sobre héroes y demonios? Difícil sortear sin riesgo a la intelligentzia gorila y sus medio hermanitos progres.
Diciembre es también –además de memoria- esperanza para nuestro pueblo, tantas veces herido y otra tantas resucitado. La esperanza de lo mejor, el porvenir.