“La Presidenta se tomó dos horas para reducir la tragedia de Once a un asunto judicial, mientras ratificaba su alianza con Cirigliano, UGOFE, Roggio y Techint. Sin mosquearse, admitió que la mayor parte de los beneficios de los Rocca obedecen a los subsidios del gobierno. Después de las puebladas de Famatina y Andalgalá, la presidenta defendió cerradamente a los monopolios megamineros. En cambio –y en una paradoja de la “sintonía fina”-, le pegó a la CTERA cristinista por los paros docentes, y con los argumentos tradicionales de la derecha neoliberal.
En medio de la galopante crisis energética, el discurso no incluyó ningún anuncio respecto de YPF, un silencio que fue saludado de inmediato con la suba de sus acciones en la Bolsa. Pero Cristina sí celebró el pago de los BODEN 2012 en favor de los especuladores internacionales, después de que fueran malvendidos por los ahorristas locales.
El telón de fondo del discurso es una inocultable crisis de régimen y una crisis política. Pero en su mensaje de apertura, Cristina Kirchner defendió cerradamente la trama de intereses sociales y el método de gobierno que han conducido a esa crisis.”