La ciudad de Buenos Aires se inscribe actualmente en la lógica de gestión mediática. Desde esa perspectiva el negocio es la venta de una noticia o de un gran anuncio. El lanzamiento de “las playas porteñas” o la inauguración de una “bici senda”. Mientras tanto se dejan sin efecto las tareas cotidianas de mantenimiento que no son rimbombantes.
En ese sentido, en el Gobierno de la Ciudad, las áreas y el personal especializado con que cuentan para hacer frente a estas tareas se encuentran sin insumos para realizar las tareas y sin una conducción clara que le fije objetivos y metas.
Estos son los motivos de las deficiencias del espacio público que vivimos hoy. Lamentablemente muchas veces el costo lo pagamos con tragedias: A modo de ejemplo, cuando un árbol no esta cuidado se debilita y es probable que se caiga, cuando no se limpia preventivamente un sumidero se tapa con basura y la calle se inunda; o bien si no se inspeccionan los viejos edificios del casco histórico se puede caer mampostería de las fachadas. Estas tareas cotidianas y preventivas no son noticias pero hacen a nuestra calidad de vida.
Para graficarlo con una situación concreta, el año pasado se inauguró la mejora del Parque Chacabuco. Un gran pulmón que se encuentra en Curapaligue y Eva Perón. Actualmente, se aflojaron las veredas, los cestos de basura se encuentran rotos, hay pérdidas de agua y tiene bancos caídos. Esta situación ilustra la mala calidad de los productos colocados y la falta de mantenimiento. En general, cuando el Estado, que es el principal responsable, no cuida lo que es de todos la gente tiende a descuidarlo también.
Probablemente, una forma de modificar estas prácticas es exigirle entre todos al Macrismo menos anuncios demagógicos y más respuestas concretas a nuestros problemas cotidianos.
* Ex Ministra de Espacio Publico del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires