El título de tapa de Clarín dominical (29-1- 17) insiste en que la sociedad mayoritariamente (7 de cada 10 personas) está a favor de imputar penalmente a los chicos de 14 y 15 años porque eso “ayudará a resolver los problemas de inseguridad” y agrega que dicho cambio es “impulsado por el Gobierno”.
No creo que sea verdad. Esa cifra “mayoritaria” se cae cuando en página siguiente dice que se obtuvo mediante preguntas telefónicas a 2000 personas. Irrelevante en un país de 40 millones.
Tampoco creo que esté impulsado por el Gobierno nacional –al que no voté pero respeto- sino que lo impulsa el medio que – además de la tapa- llenó casi dos páginas centrales, con igual precariedad estadística y sin firma periodística.
Aclaremos primero que ninguna modificación penal puede hacerse sin previa ley del Congreso Nacional. Aunque florezcan las encuestadoras. Y por otra parte el Estado incumpliría con el principio de no regresividad de los derechos consagrados que indica la Convención Americana de DDHH y la de los Derechos del Niño y la jurisprudencia de la Corte Interamericana de DDHH.
Los periodistas de Clarín son profesionales idóneos, quizás por eso ninguno firmó esa nota. ¿Por qué inducir al gobierno a que transgreda los límites del sistema de DDHH ? ¿si al final éste consulta a quienes saben y retoma la racionalidad?
En DDHH el diálogo está abierto desde el primer día. Lo mismo respecto de las funcionarias actuales que están a cargo de los Derechos de los Niños/as y Adolescentes con quienes hay un trato fraternal.
Los expertos en DDHH y temas de Infancia y Adolescencia debemos cooperar voluntariamente con ellos, desde nuestros espacios en la sociedad civil, política o académica, para impedir que quienes responden a otros intereses (no democráticos) intoxiquen con propuestas punitivas o empujen en contra del Sistema de DDHH, sus convenciones y hermenéutica jurídica.
Necesitamos elaborar mejores propuestas educativas y solidarias para las nuevas generaciones, priorizando a los chicos más desfavorecidos y a los que han descarrilado tempranamente.