La ciencia y la tecnología se materializan en hechos concretos de gestión

La ciencia y la tecnología se materializan en hechos concretos de gestión


La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner dejó inaugurado a principios de este mes, el Polo Científico Tecnólogico en las ex bodegas Giol, en el barrio porteño de Palermo.

El edificio contempla, para esta primera etapa, la instalación de centros de investigación internacionales, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y la Agencia Nacional de Promoción Científica (Anpcyt).

La puesta en marcha de este proyecto comenzó a gestarse con Néstor cuando aún el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva no tenía tal rango. Este complejo científico tecnológico representa hoy una prueba del rol preponderante de la ciencia como política de Estado y como protagonista de un modelo de desarrollo económico y social que apunta a la producción de origen nacional con mayor valor agregado y con trabajadores más y mejor capacitados.
Las sustanciales mejoras en el área de ciencia y tecnología y que van más allá de la inauguración de este edificio y se materializan en hechos concretos de gestión.

El compromiso con el desarrollo del sector científico en nuestro país se evidenció con la creación del Ministerio de Ciencia en 2007, las sucesivas mejoras en los salarios y en cantidad de becas para los investigadores del CONICET y AGENCYT, revalorizando de este modo la tarea fundamental que tienen en el proyecto nacional. Asimismo, el Programa Raíces vino a remediar las falencias del modelo de valorización financiera que condenó al exilio a los científicos que, teniendo la oportunidad de obtener una beca o un empleo en otro país, se fueron a buscar un futuro más prometedor. Otros que no tuvieron tal suerte, debieron enfrentarse a un sector científico devaluado que no valoraba su trayectoria educativa ni laboral y a un mercado de trabajo precarizado y expulsivo. A todos ellos, hoy el Estado argentino les está ofreciendo la oportunidad de volver a sus raíces, reiniciar el camino de la ciencia y la tecnología en un país que apuesta y valora sus recursos humanos calificados poniéndolos al servicio de la innovación productiva y la resolución de los problemas sociales.

Hay que destacar que el desarrollo del sector científico viene de la mano del aumento de la inversión en educación, de la recuperación de las escuelas técnicas, de la formación y capacitación de docentes, investigadores y alumnos con el objetivo de valorizar la fuerza de trabajo para una economía que crece y se desarrolla fuertemente a partir de la firme decisión de Néstor y Cristina de sostener un modelo económico basado en la inclusión y las capacidades de sus trabajadores, formados en el país, con educación del Estado nacional.

Como ha quedado demostrado con la instalación de Tecnópolis, la ciencia dejó de ser un territorio exclusivo de saberes inalcanzables y de científicos de guardapolvos y anteojos para ponerse al alcance de la sociedad que está ansiosa de saber y aprender cómo esta actividad está presente en su vida cotidiana.

La apuesta por mayor desarrollo de la capacidad productiva con valor agregado y de la ciencia para todos y todas cuenta, sin duda, con la fuerza de millones de argentinos y argentinas comprometidos con esta Gran Argentina.

Por Maira Bernis
Politóloga del Instituto Gestar

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