Comité Provincia

Comité Provincia


El 7 de septiembre habrá dos elecciones en la Argentina. Una será la de Marcos Juárez, un pueblo de 30 mil habitantes de la planicie cordobesa, en donde será el primer ensayo de un acuerdo electoral Pro-radical. Y ese mismo domingo, más al sur, unos 800 mil afiliados de la UCR bonaerense (equivalente a los electorados sumados de Neuquén y Río Negro) decidirán quiénes serán las nuevas autoridades partidarias en el mayor distrito del país. En la misma jornada se elegirán también autoridades partidarias en cada municipio, los cuatro delegados al Comité Nacional y 344 convencionales provinciales.

Si bien por su tamaño el radicalismo bonaerense es el más poderoso del país, hace casi tres décadas que no gobierna el distrito y puede envidiarles la vigorosidad a sus filiales de Mendoza o Córdoba, por dar dos ejemplos. Pero la heterogeneidad de la UCR convierte a la interna, algo tan grabado en el ADN de los correligionarios, en una sana costumbre para resolver esa misma diversidad.

Alfonsín vs. Salvador. El actual presidente del Comité Provincia es Alejandro Armendáriz, descendiente del único gobernador radical que tuvo el distrito en los últimos 40 años. Ungido por una lista de unidad hace dos años, decidió dar un paso al costado y hace meses que el MoReNa impulsa a su líder, el diputado Ricardo Alfonsín, como el candidato a presidir la fuerza.

El MoReNa nuclea a buena parte de los radicales en la Provincia y su miembro más dinámico es el vicepresidente del bloque de diputados nacionales, Miguel Bazze. Eterna mano derecha de Alfonsín hijo, el platense es el principal operador de su partido en la Provincia, presidió el comité y tiene el consenso de la mayoría de su partido para ser su precandidato a gobernador en 2015.

“En todo el armado de esta lista estuvo Miguel. Se ocupa de todo”, definen en diálogo con NU fuentes del radicalismo provincial. Acompaña como candidato a vicepresidente del Comité el exintendente de Villa Gesell, Luis Baldo. Este sector cuenta con el respaldo de los sectores encabezados por Juan Gobbi (Chascomús) y Cachi Gutiérrez (Pergamino).

Sin embargo, a pesar de los intentos por alcanzar una lista de unidad, la oveja negra de la UCR armó una boleta con los disconformes: Leopoldo Moreau (dirigente hoy muy cercano al kirchnerismo) logró convencer de postularse al histórico Daniel Salvador, oriundo de San Fernando y exdiputado nacional y expresidente del Comité en 2008. Secunda a Salvador como candidata a vice Nora Arbio. Acompañan a este sector minoritario los viejos adversarios de Alfonsín, Sergio Panella y María Luisa Storani (de la Octava y Primera Sección, respectivamente).

Fuentes partidarias cercanas a Bazze que pidieron reserva explicaron el rol disruptivo que tuvo el presidente de la UCR Nacional, Ernesto Sanz, quien se involucró en el distrito y “sin su ayuda, Moreau no podría haber logrado conformar una lista propia para enfrentar” al alfonsinismo. Lo del senador mendocino se explica por sus diferencias con Alfonsín, no solo por espacios de poder sino también ideológicas y estratégicas (el hijo del expresidente rechaza un acercamiento al Pro y quiere un perfil de centroizquierda para el partido, mientras que el cuyano promueve una gran alianza con el macrismo y es más conservador).

La búsqueda de una lista de unidad no se debió a una repentina fobia a disputar internas, sino a que varios correligionarios temen que la sangre llegue al río. Así pasó en 2010, cuando no hubo acuerdo y la elección del Comité terminó siendo judicializada en medio de denuncias de fraude. En ese entonces, el alfonsinismo llevó a Bazze como candidato y enfrentó exitosamente a una alianza táctica de Moreau, el cobismo y Storani.

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