El día 10 de diciembre es el día universal de los DDHH, y, con toda razón, en nuestro país lo festejamos como el día de la Democracia. Personalmente siento la misma emoción y alegría de aquél diciembre de 1983. Aunque no le habíamos dado nuestro voto a Alfonsin, los jóvenes peronistas salimos a festejar encolumnados y felices por las calles a reencontrarnos en el seno del pueblo que recuperaba la vida, después de tanta tragedia. Nuestro dolor por los compañeros ausentes nunca dejó de acompañarnos, ni nos impidió seguir adelante. Cada 10 de diciembre digamos Nunca Más al Terrorismo de Estado
El día 20 de diciembre es también para no olvidar: fue en el 2001, un gobierno sin rumbo, rico en torpezas y mentiras, sacaba a la luz lo peor de su espíritu gorila y antipopular en una jornada que desplomó la democracia conquistada, y nos retrotrajo a la dictadura Terrorista al apuntar nuevamente contra el pueblo. A 13 años de esos días, aún continúa debatiéndose la responsabilidad penal en la justicia, si bien para la historia ya están condenados sus responsables. Cuidemos que no haya Nunca Más un Gobierno antipopular.
El día 30 de diciembre también estremece, quizás más aún, porque fue ese fin de año del 2004, hace exactamente diez años, y ya llevábamos veinte de democracia, cuando 194 jóvenes que fueron a divertirse a un recital terminaron muertos asfixiados. 3000 sobrevivientes de esa tragedia aún tienen secuelas del horror, así como las familias de los chicos muertos, levantan su memoria para que no se repita. Ellos –los chicos de Cromagnon- nos gritan Nunca Más a la corrupción.
Diciembre nos remite a estos Tres Nunca Más para no olvidar: las dictaduras, los gorilas y la corrupción matan.