Los subtes, Macri, Cristina y Pimpinela

Los subtes, Macri, Cristina y Pimpinela


Al final, parece ser cierta esa premisa que indica que "a los porteños no los quiere nadie". Una vez más, la relación "pimpinelesca" entre Nación y Ciudad tomó de rehenes a los vecinos y vecinas de Buenos Aires. Y en este "tire y afloje" permanente que esconde, aunque ya no tanto, la búsqueda de rédito político a costa del fracaso ajeno, quedó a la vista que ni Mauricio Macri ni el Gobierno Nacional desean hacerse cargo del transporte, ni de la seguridad de los pasajeros.

Desde que se firmo la transferencia del servicio al día de la fecha la única parte beneficiada ha sido el Grupo Roggio que, a través de Metrovías – la concesionaria prestadora del servicio – obtuvo un 127% más de renta por cada boleto vendido. El boleto pasó a valer de $1,10 a $2,50 de forma arbitraria, sin siquera Audiencia Pública.

Para Metrovías el negocio salió redondo: mismo servicio, cero inversión, más ganancia. En contraposición a la suerte del Grupo Roggio, la ecuación de los usuarios no resultó tan perfecta: misma calidad de prestación, más costo y la inseguridad como amenaza constante, a raíz de los pases que juegan Macri y CFK a modo de chicana.

Durante los próximos 30 días la Federal seguirá custodiando los andenes. ¿El después? "Bien, gracias". Esa parece ser la filosofía aplicada por las administraciones tanto local como nacional. Para el resto, incertidumbre garantizada. Por eso considero que los porteños somos rehenes del capricho político de nuestros gobernantes. Sería bueno que de una vez por todas las partes actúen con seriedad y liberen a los vecinos de sus disputas, en pos de brindarles una resolución definitiva y superadora al conflicto.

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