El Frente Renovador comenzó a reordenarse en la Tercera Sección electoral bonaerense, esa gran marea humana de 19 municipios que suman más de 4.100.000 votos. Tras la salida de Darío Giustozzi, los caciques de esa región entendieron que había que definir los distritos en donde habrá listas de unidad y en los que se habilitará las PASO, entre otras puestas en común, aunque aún persisten internas en distritos clave como Lomas de Zamora y Almirante Brown.
Fuentes del massismo dejaron trascender que representantes de la Tercera se reunieron la semana pasada en un cónclave que no fue uno más de los tantos que vienen dándose en forma inorgánica, sino uno de esos en los que sabían que había que salir con definiciones. Algo lograron: establecieron que habrá dos listas de intendente como máximo por cada distrito en donde haya más de un candidato competitivo, mientras que habrá lista de unidad en La Matanza, Presidente Perón y Quilmes.
Lo convenido fue refrendado por el presidenciable del FR, Sergio Massa, durante reuniones que mantuvo en Lomas de Zamora previo a la recorrida por el centro de ese municipio. El tigrense necesita que haya paz y orden en la Tercera, lugar en donde no hace tanto pie como en la Primera y perdió a Giustozzi como único barón.
Pero durante aquella visita se cristalizó la división en el massismo lomense: en la recorrida por la calle Laprida estuvieron solo el referente local, Diego Molea (rector de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora), y el precandidato a intendente Ramiro Trezza, sin la presencia del otro aspirante a jefe comunal, Gabriel Mércuri (ni de su padre, el histórico peronista Osvaldo Mércuri, también massista). Los Mércuri apoyaban la candidatura a gobernador de Darío Giustozzi –fugado hace un mes y en proceso de rekirchnerización–, mientras que Molea y Trezza ya hace rato se encolumnaron con Francisco de Narváez.
El otro municipio en donde se registran versiones cruzadas sobre quién es el designado por Massa como precandidato a intendente es Almirante Brown, distrito huérfano de conducción tras la partida Giustozzi, quien nunca dejó crecer nada en el massismo que no le respondiera. Allí, aspiran al cargo Mario Serrano –cercano a la precandidata a gobernadora Mónica López– y Mauricio Silva –impulsado por el senador provincial José Luis Pallares–, y aunque ambos ya se encontraron con Massa, aún arman por separado en un distrito que el FR no puede ignorar porque tiene casi medio millón de habitantes.
Mientras tanto, los representantes de la Tercera resolvieron que para la intendencia del partido de Presidente Perón se postulará Blanca Cantero (esposa del diputado bonaerense Carlos Acuña) y ratificaron que en Quilmes el único aspirante será Walter Queijeiro, periodista sobre el cual comenzaron a circular rumores sobre un posible pase suyo al Pro. Aunque la oficialización de la precandidatura del chef Martiniano Molina para la intendencia podría frenar (o acelerar) el pase del periodista deportivo.
Los principales referentes del FR en la Tercera, Julio Ledesma, Fernando Asencio, Carlos Acuña, Alberto Roberti y Walter Martello, entre otros (además de Molea y Pallares), dejaron trascender el “nuevo clima” que viven debido a la partida del giustozzismo, con el cual muchos no comulgaban y hasta rechazaban construir en conjunto. Al menos esta vez, para el massismo no hubo mal que por bien no venga.
Los radicales de Vidal
Quedan dos semanas para el primer límite legal sobre las listas a entregar para las próximas primarias abiertas nacionales y bonaerenses: el 10 de junio, día en que cierra el período para presentar alianzas electorales. Aquel día, si todo sigue como hasta ahora, se consagrará el frente electoral con la UCR no solamente para las presidenciales sino también para la gobernación bonaerense (ya que su calendario electoral es calcado).
Según todas las señales que viene emitiendo el Comité Provincia, y como lo explicitó el propio presidente del radicalismo, Ernesto Sanz, esta vez, como en 2011, la UCR no tendrá candidato propio a gobernador y, de no surgir algún imprevisto, apoyarán a Vidal y tendrán parte del binomio.
Hasta ahora, quien sonaba con más fuerza era el intendente de Dolores, Camilo Etchevarren, uno de los primeros en volcarse a favor de la candidatura presidencial de Macri. Sin embargo, en los últimos días cobraron volumen dos nombres: el de Miguel Ángel Lunghi, jefe comunal de Tandil, y Juan Gobbi, de Chascomús.
El primero parecería tener las de ganar, porque es el intendente radical más popular de toda la Provincia (cuenta con las mejores encuestas a favor para su reelección). Por su parte, a Gobbi le puede jugar en contra tener en su haber un largo enfrentamiento con el sector interno de Ricardo Alfonsín (a quien, justamente, buscan contentar desde el tándem Macri-Sanz), además de que su ciudad, por más de ser simbólicamente fuerte para la UCR por ser la localidad natal de Raúl Alfonsín, es pequeña y su tracción de votos es menor.
Con el vínculo congelado con los dirigentes massistas bonaerenses, el frente electoral Pro-UCR se abocará en los próximos días a alcanzar los máximos acuerdos posibles para lograr listas de unidad, aunque ya desde ambos bandos advierten que en las secciones donde no se pongan de acuerdo, habrá PASO.