Se esperaba otro comportamiento de los bancos, pero esperar es un error. Es un error hacerlo, porque las entidades bancarias han tenido ganancias extraordinarias en los últimos años; y ahora ha llegado el momento en que tengan que morigerar las condiciones definidas para prestar a los comercios y a las pequeñas y medianas empresas, que son las principales generadoras de empleo.
Históricamente, para que los bancos le presten dinero a una pyme, la empresa debe contar con dos balances cerrados (ninguna start up accede al circuito financiero formal) , con patrimonio positivo y ganancias comprobadas; en resumidas cuentas, demostrar que no necesita lo que le van a prestar, para que se lo presten.
En el contexto actual de pandemia, los bancos que deberían estar presentes en la asistencia al comercio y la industria, son los que pertenecen a la banca estatal. Por caso, como lo hizo banco de La Pampa, prestando a tasa 0%, implementando sistemas de pago que desalienten el uso de circulante, y que faciliten el comercio, y hay algunos ejemplos.
Entonces, cuando hablamos de los bancos, no hablemos de los privados, hablemos del papel activo que debería tener nuestro banco, el Banco Ciudad, que si bien es una entidad estatal de gestión privada, debería tener un rol más importante, para sostener el esquema productivo porteño. Hoy en día, esa entidad tiene muchas propuestas, muchos anuncios, pero de lenta o de escasa aplicación.
Muchos creen que es necesario que el Estado otorgue aportes no reembolsables, sin embargo con que llegue a tiempo el crédito, a tasa 0% y 180 días de gracia y 36 cuotas para su reembolso, sería muy bien recibido por quienes han apostado y lo siguen haciendo al desarrollo del comercio y la industria.
Las pequeñas y medianas empresas radicadas en el ámbito porteño no pueden esperar, y el banco Ciudad debe y puede hacer algo para intervenir en estos difíciles momentos que transitamos.