Este 2015 va a ser un año marcado por el cambio, después de 12 años la Argentina va a tener un nuevo gobierno. Desde el PRO pensamos en otras formas de hacer política. La preocupación pasa por cómo solucionarle los problemas a los ciudadanos. Tal como expresó Mauricio Macri: “El estado tiene que estar al servicio de la gente, no de los interesas de la política.”
En Argentina mucho se discute sobre el “tamaño del Estado”, pero poco sobre su capacidad para operar sobre la realidad. En la actualidad, luego de 12 años de administración kirchnerista del Estado, con una presión impositiva récord, el Estado no logra generar un marco para el desarrollo ni impulsar el crecimiento; no puede proteger a los ciudadanos de catástrofes naturales ni garantizar la seguridad. Desde 2015, la tarea fundamental será construir un Estado con capacidad para impulsar la agenda de desarrollo.
En este sentido, desde el PRO apuntamos a construir la Argentina del diálogo y de los consensos, una Argentina con reglas claras para todos, previsible y estable. En la Ciudad de Buenos Aires, lo hemos logrado en base a trabajo en equipo, innovación y coraje. Desarrollamos políticas públicas a largo plazo con el objeto de brindar herramientas para que acorten la brecha del conocimiento, como la enseñanza de inglés desde primer grado, los 250.000 alumnos que ya han recibido su netbook. Son dos ejemplos de acciones concretas que demuestran que sin educación no hay futuro. Hechos, no palabras.
El cambio no solo significa mejorar la calidad de vida a la gente, sino la construcción de una nación en paz y con un pueblo unido. Por eso insistimos en la centralidad del consenso; que nunca es fácil, pero si es vital e imperioso para una república democrática. Esto lo pregonamos desde la experiencia, no desde cómodos atriles mediáticos de ocasión. En la Legislatura de la Ciudad nunca hemos tenido mayoría en 7 años de gestión y hemos dialogado con todas las fuerzas en la búsqueda del consenso necesario para gobernar. Y lo hemos logrado. Es una realidad que la Ciudad de Buenos Aires es un mejor lugar para vivir: se realizó la obra hidráulica más importante de los últimos 70 años, que pone fin a las inundaciones del Arroyo Maldonado, medida que beneficia a más de 350.000 vecinos.
Desde 2007, buena parte del esfuerzo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ha pasado por la reconstrucción del Estado de la ciudad. A partir de 2015, habrá que acometer la tarea de crear una institucionalidad que logre promover el desarrollo sostenible de todo el país. Estamos ante la oportunidad del cambio. Es responsabilidad histórica de todos construir un país mejor apostando a la unidad nacional mediante la reconstrucción del tejido social argentino.