Llegó la fecha tan ansiada. En prácticamente horas, los partidos que quieran competir por una banca en Diputados y el Senado deberán acudir a la sede de la Justicia Electoral de sus distritos respectivos para presentar los documentos con los nombres de sus precandidatos y sus avales respectivos.
Los frentes electorales (las alianzas interpartidarias) ya fueron presentados la semana pasada. Ahora es el turno de los nombres que la prensa y los dirigentes tanto vienen buscando. El enigma persiste en la mayoría de las coaliciones de la provincia de Buenos Aires. “No vamos a dar ventaja cuando los demás tampoco cuentan”, explica un operador de Cambiemos.
El frente oficialista tenía previsto –al menos al cierre de esta edición– hacer públicas sus listas entre 48 y 24 horas antes del límite legal. Siempre (un poco) más prolijos, intentarán evitar caer en el caos informativo que suele imperar el sábado por la tarde, cuando los rumores se vuelven masivos y más difíciles de confirmar, en medio del éxtasis adrenalínico que comparten políticos y periodistas sobre el final.
Pero por cómo viene la tendencia, las posibilidades se reparten por igual según las diferentes fuentes de Cambiemos: pueden encabezar la boleta del Senado tanto el ministro de Educación, Esteban Bullrich, como la titular de la Acumar, Gladys González. Si el designado es él, ella lo secundará en el binomio. Si es ella, él permanecerá en su cargo y el compañero de la exdiputada será un dirigente joven con experiencia territorial. Suena fuerte el intendente de Pinamar, Martín Yeza. Sea quien fuere, el caballito de batalla del oficialismo será la gobernadora Vidal, algo decidido ya hace rato.
La lista de Diputados no está en discusión. Hace semanas se da por descontado que irán a la cabeza el médico amigo de la gobernadora, Facundo Manes; la legisladora porteña Graciela Ocaña, y el “lilito” y dirigente social de La Matanza, Héctor “Toty” Flores. Las novedades de los últimos días indicaron que el cuarto lugar será posiblemente para el actual embajador en Uruguay, Guillermo Montenegro, y en el quinto iría un radical (aunque desde el vidalismo quieren imponer la teoría de que Manes es el primer referente UCR de la lista por sus vínculos partidarios, algo que disgusta en el Comité Provincia). Entre los primeros 13 lugares “competitivos” (en alusión a su posibilidad real de ingresar) de la lista habrá tres radicales y tres de la Coalición Cívica (a Toty se le sumarían Marcela Campagnoli y el joven abogado Juan Manuel López).
En esta amalgama de varios colores que es el mapa político provincial (que difiere de otros momentos propios y ni hablar de realidades distritales de muchas otras provincias en las que las encuestas perfilan solo dos o tres opciones competitivas), la peculiaridad es la situación del peronismo. Sin poder resolver sus internas puertas para adentro, una vez más lo hará con varios sellos electorales. Artilugio siempre astuto para las reglas capitalistas: multiplicar un producto similar en varias opciones que parezcan disímiles.
El ya lanzado Frente de Unidad Ciudadana es el espacio más nuevo y en el que menos se conocen sus precandidatos. El enigma principal seguirá siendo, hasta la madrugada del domingo (nunca a la medianoche se llega a la certeza), si Cristina Kirchner competirá o no. En su discurso ante miles de militantes en el estadio de Sarandí les dio una carnada extra a quienes creen que no lo hará. “Vengo a sumarme como una más”, dijo, entre otras frases que la dejan jugar con la ambigüedad pero denotan que aún no hay nada definido. O tal vez sí y, como buena estratega, no quiere ceder un ápice en beneficio de los rivales. Si no fuera candidata, hizo lo correcto: instaló su nueva marca electoral en un acto masivo, demostró su poder de convocatoria (que en el siglo XXI no significa un axioma de poder de votos) y arrojó kerosene al fuego de la polarización para asfixiar a las terceras opciones.
Desde el cristinismo insisten en que nada es certero hasta el final. Con frases varias e intenciones subjetivas, los operadores del ultrakirchnerismo no pueden ocultar un hecho incontrastable: solo Cristina sabe lo que hará, y ese saber, que como siempre es poder, no lo compartirá con nadie. En el caso de que no compita, la intendenta matancera, Verónica Magario, podría ser una de las posibles cabezas de lista.
El Frente Justicialista Cumplir llevará a Florencio Randazzo como precandidato a senador y posiblemente al derrotado ex precandidato a gobernador Julián Domínguez a la cabeza de la lista de diputados. Con la lista 2 del PJ como plataforma, el exministro se quedó sin la posibilidad de disputarle el liderazgo a Cristina. Evitó una derrota electoral pero que le hubiera servido como un triunfo simbólico, a su entender. O tal vez siempre apostó a que iba a quedarse solo porque el cristinismo nunca le regalaría una interna, pero en el medio logró diferenciarse de su ex jefa política sin siquiera hacer una sola autocrítica. Internamente, el intendente Mario Ishii le disputará los cargos a legisladores nacionales, con una derrota segura pero obligando al reparto de fondos y minutos de propaganda audiovisual.
La otra opción peronista –aunque trate de desmarcarse– es el Frente Renovador. O ahora, 1 País, que es el nombre que sella la deglución del GEN y de los también peronistas Libres del Sur por parte del massismo. Aunque todos apuestan a una fórmula para el Senado de Sergio Massa-Margarita Stolbizer, nada puede darse por descartado. Puede entrar en la cancha Malena Galmarini a último momento como cabeza de diputados para evitarle la derrota a quien aspira a ser presidente. Las encuestas ubican a 1 País en un cómodo tercer lugar, al menos por ahora.
Como siempre sobre el final –es un ADN massista–, el armado cruje y hace algunos ruidos por su incoherencia. Dirigentes del GEN dejan trascender su estupor por el hecho de que Massa esté ultimando un acuerdo con Hugo Moyano para que el líder camionero ayude con su aparato político para la fiscalización (que es, en los hechos, financiación). Pero el ex jefe de la CGT reclama espacios en las listas para los propios, al menos dos. La discusión es más áspera porque en 1 País saben que Massa no podrá, ni por asomo, alcanzar los 43 puntos de 2013 y tampoco le es seguro empardar el 22 por ciento de 2015. Los “margaritos” filtran su desacuerdo con un pacto con Moyano de último momento que no preveían. Confusión difícil de explicar si se ve la historia de los cierres de listas del tigrense.
El no peronismo tendrá la opción trotskista que sobre el final logró mantener la unidad: el Frente de Izquierda y de los Trabajadores. A pesar de la dura disputa en los medios, Néstor Pitrola accedió a ir por el Senado y evitar unas primarias que avizoraba perdidas con el mendocino Nicolás del Caño, que cambió sugestivamente su domicilio electoral y será candidato a diputado por Buenos Aires.
En unos días se terminarán de develar los enigmas y, tal vez, se confirme un hecho bastante inusual: que la atención y conducción de la campaña en Provincia la terminen teniendo dos mujeres que no sean candidatas, María Eugenia Vidal y Cristina Kirchner.