Se enoja hasta cuando se lo recuerdan en privado. Pero es uno de los pocos objetivos políticos que no pudo concretar desde que, a mediados del año pasado, decidió dar el salto a la política grande. A Sergio Massa ya no lo desvelan las conquistas de intendentes del conurbano ni el camino intermedio (entre lo oficialista que fue y lo opositor que es) por el que desea hacer transitar su carrera. Los temas terrenales el líder del Frente Renovador ya los pudo encaminar. Ahora lo obsesiona un tema superior, la foto con el Papa que rivales electorales y dirigentes de menor exposición lograron concretar desde que Jorge Bergoglio llegó al cargo máximo de la Iglesia Católica hace un año.
Para no admitir la traba, el exintendente de Tigre repite que está buscando el momento justo, sin querer abusar de la imagen papal. En realidad, el momento ya lo buscó y dos veces se postergó. Lo cuenta un aliado massista: “La foto se podría haber hecho a fines de septiembre, pero estábamos muy pegados a la elección. Después surgió una posibilidad más cerca de fin de año, pero no era el mejor clima, con los saqueos y la versión de que Cristina podría dejar el cargo. Pero seguro que, para fin de año, la foto va a estar”.
Como para no quedar afuera del boom Francisco, mientras la Presidenta tenía su segundo encuentro a solas en el Vaticano con el Papa, Massa y algunos de los principales líderes del Frente Renovador aprovecharon los buenos contactos del intendente de San Miguel (y uno de los hombres a los que más escucha Massa), Joaquín de la Torre, y armaron en su pago un encuentro con el titular de la Pastoral Social, monseñor Jorge Lozano, y con el obispo Jorge Casaretto.
En el Frente Renovador creen que después del Mundial empezarán a acelerarse los tiempos del armado político. Y allí, la ambulancia massista parece lista para todo. Cerca del líder del espacio creen que los intendentes del PJ que no sean abiertamente kirchneristas terminarán dentro de su tropa. “Scioli no les va a garantizar el triunfo. Además, ya nos lo vienen diciendo informalmente ahora, en algunas charlas”, aseguran. Hablan de hasta 20 jefes comunales.
Aunque no lo digan en público, en el massismo también miran con mucha atención el desarrollo de la interna progresista. Juran no entender cómo los radicales siguen desgastando al principal candidato que tienen, Julio Cobos. El exvice ya dio muestras de cuál podría ser su futuro, cuando, en medio de la enésima interna con sus correligionarios, se sacó fotos con Mauricio Macri y Massa, a propósito de la Fiesta de la Vendimia. En el Frente creen difícil que Cobos abandone (y menos ahora) esa interna, pero ponen como ejemplo a los intendentes excobistas que ya se pasaron a su bando, como Mario Meoni y el Pechi Quiroga. El macrismo también ve con buenos ojos al mendocino y todo lo que pueda venir con él. Una doble seducción que sube el precio de Cobos y debería prender aunque sea una luz de alerta entre los radicales.
Por ahora, el gran rival de Massa, de todos modos, sigue siendo el gobernador Daniel Scioli. Complicado en el arranque del año (a la tímida rebelión policial en su distrito le siguieron el interminable paro de los docentes y otro pico de inseguridad), el mandatario bonaerense estaría bajando algunos puntos en las encuestas y acercándose a su par del Pro. Vaivenes de la gestión y el humor social.
Scioli sigue con su optimismo adelante. Y, más que nunca, intentará mostrar su preocupación por la inseguridad, aun cuando los resultados de sus políticas en el tema estén lejos de sus sanas intenciones.
Un intendente que convive desde hace años con el gobernador hace una curiosa definición: “Scioli tiene un discurso de derecha con la inseguridad, más cercano a lo que piensa el común de la gente; pero, en la práctica, cedió ante varios reclamos del kirchnerismo progre”. El mismo jefe comunal agrega un dato que no lo deja bien parado al gobernador: “En todos estos años de gestión no puso ni una cámara de seguridad”.
Scioli ni se inmuta. Para los próximos días o semanas prepara algún anuncio nuevo sobre seguridad. La última vez que habló profundamente sobre el tema fue en Mar del Plata. Había ido a inaugurar una muestra de Francisco, con quien ya se sacó la foto de rigor y con quien tiene una fluida relación. Como para que lo envidie Massa.