“Que el Grupo Clarín quiera meter presos a periodistas por sus opiniones es un ataque brutal a la libertad de expresión y a la libertad de prensa. Es un hecho de una gravedad tremenda”.
“Ahora dicen que no hicieron lo que en verdad hicieron, como muchas veces dicen que alguien dijo lo que nunca dijo. Lo cierto es que la denuncia para meter presos a periodistas fue hecha, pero seguramente se dieron cuenta de que era una locura y un error absoluto, y por eso ahora lo niegan”.
“Con este hecho absolutamente repudiable, una vez más queda al descubierto cuáles son sus verdaderas ideas. Lamentablemente, aunque intenten construir un relato de preocupación por la libertad de expresión y la libertad de prensa, no cabe duda de que lo que realmente buscan es intimidar a las voces que no les gustan, dejando en evidencia su pensamiento autoritario e intolerante”.
“En su estrategia para evitar cumplir con la ley, indudablemente no tienen límites. Con ese objetivo, llegan a la locura extrema de proponer meter presos a periodistas por sus opiniones y a funcionarios por hacer cumplir la ley”.