En cualquier trabajo lo más importante es crear un equipo en el que confiemos y nos acompañemos, porque más personas tirando para el mismo lado alcanzan mejores resultados.
Pensemos que un equipo de trabajo se forma por varios eslabones y cada uno juega un rol fundamental. Si un eslabón falta, cambia todo.
Reconocer el trabajo y el aporte de nuestra gente es fundamental para seguir creciendo. Cuando nos reconocen por nuestro laburo, nos sentimos más motivados, más orgullosos. Nos damos cuenta de que nuestro esfuerzo vale la pena porque juntos logramos algo mucho más grande.
En la Ciudad trabajamos con el objetivo de mejorarles la vida a los vecinos. Ésta, más que una tarea, es una convicción que requiere un compromiso y una vocación de servicio enorme porque todo lo que hacemos tiene un impacto en la vida de los porteños.
Todo lo que logramos, cada avance, cada paso que damos hacia adelante es posible gracias al trabajo y al esfuerzo de cada uno de los que formamos parte del equipo.
Todos tenemos conocimientos que fuimos adquiriendo en distintos ámbitos de la vida y habilidades que podemos potenciar cada vez más.
De cada persona del equipo, siempre podemos aprender y es importante hacérselo saber a cada una y dar espacios para que cada todos tengan posibilidades de crecer en lo que hacen.
No hace falta ser líder para reconocer el trabajo de los demás, es un gesto que podemos tener todos. Con una palabra de aliento podemos cambiarle el día a la persona que tenemos al lado.