En la Legislatura porteña recientemente aprobamos una ley de regulación de honorarios profesionales para los abogados y esto es importante, no sólo desde una mirada sectorial del mundo judicial, sino porque viene a saldar una deuda que teníamos con los abogados para resguardar sus derechos como trabajadores.
En la Ciudad, los avances en la Justicia son innegables. En primer lugar, construimos un modelo ejemplar de gestión judicial a nivel país, con una administración eficiente, códigos procesales modernos y una atención que está orientada a las necesidades de la gente.
En segundo lugar, pudimos hacer posible el traspaso de competencias de algunos delitos penales y continuamos en el reclamo para que la Ciudad pueda estar en igualdad de condiciones con el resto de las provincias para avanzar en la autonomía y mejorar el servicio para la gente.
Y en estos días, avanzamos un paso más, debatiendo sobre una ley que les da derechos a los abogados que prestan sus servicios profesionales y cuyo ingreso de dinero para solventar su vida y la de su familia pasa por los honorarios que regulan los jueces.
Esta ley, impulsada por una propuesta del PRO con el apoyo del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, viene a resolver el abandono que sufrían los abogados cuando se les pagaba por su trabajo en un juicio, porque les da una herramienta a los jueces y a los abogados para que reciban la retribución que corresponde. Por eso, se estableció un rango de porcentajes para los procesos donde hay dinero en disputa y un sistema de escalas mínimas cuando el núcleo del juicio no es traducible en dinero. Estas escalas son sólo el piso y se actualizan automáticamente. Así, empezando por poner en valor su trabajo, se restablece también el reconocimiento social a esta noble actividad.
Por eso, quienes estuvimos dando el debate para que avance esta ley, lo hicimos porque elegimos estar junto a los abogados de nuestra Ciudad, para que puedan recibir lo que merecen en función del trabajo realizado. Cuidar sus derechos, es cuidar los derechos de todos, porque ser el puente con la Justicia, ser la voz para defender los reclamos de la gente es una labor que todos los días hacen estos profesionales con mucha dedicación y vocación. Por eso nuestro reconocimiento y la necesidad de garantizarles su derecho a una retribución justa.