El año calendario y político comenzó con la firma de un acta acuerdo entre el gobierno nacional y el gobierno de la Ciudad sobre el traspaso de los subtes. Todo parecía andar sobre rieles hasta que un buen día el Jefe de Gobierno nos anotició por los medios que no se iba a hacer cargo de los subtes, que borraba con el codo lo que había firmado con la mano, previo haber aumentado en forma compulsiva e ilegal la tarifa del subte e incumpliendo toda la normativa vigente.
Más de medio año de idas y vueltas, de dimes y diretes. Hasta que otro buen día, hace apenas unas semanas, el ingeniero Macri nos anoticia otra vez a través de los medios que va a enviar una ley a la Legislatura porque decidió, nuevamente, hacerse cargo del subte (Esperemos que no retroceda una vez más).
Convocó a presidentes de los bloques de la Legislatura, concurrieron todos, y se salió de esa reunión sin que Macri ni sus ministros dejaran en claro ni una sola de las ideas que estaban pensando para la propuesta que iban a enviar a la Legislatura. Sólo escuchamos un discurso lavado, lacrimógeno, victimizándose y quejándose del gobierno nacional, como es su costumbre.
Finalmente llegó el proyecto. Invotable.
Declara al subte servicio esencial, vulnerando todas las normas nacionales e internacionales vigentes. Avanza sobre el derecho de huelga, temática sobre la cual no tiene atribuciones; buscando avasallar los derechos de los trabajadores, vulnerando todas las normativas y recomendaciones de la OIT. Declara la situación de emergencia, otorgándole al gobierno de Macri superpoderes durante cinco años, pudiendo entonces aumentar las tarifas cómo y cuándo quiera, dar concesiones sin límite y sin paso por la Legislatura. Intenta financiarlo con aumento de peajes –otro aumento más- de patentes y de naftas (como si fuera una atribución que posee la Ciudad). Quiere generar un fideicomiso, además de crear un fondo especial, además de dejar abierta la posibilidad de la privatización al permitir la entrada de capitales privados, ya sean nacionales como extranjeros.
Todos los bloques están de acuerdo con el traspaso del subte, y nuestro Interbloque también, pero no en estas condiciones. Vamos a presentar un proyecto y vamos a debatir seriamente las condiciones de operabilidad de las líneas, las fuentes de financiamiento, las posibles concesiones, la posible estatización, los derechos de los trabajadores y los derechos de los usuarios. Y todo lo que sea necesario para un buen servicio de subtes en la Ciudad. Pero desde ya te decimos: MACRI ASÍ NO.
Por Delia Bisutti, Bloque Nuevo Encuentro