Massa, el Caballo de Troya

Massa, el Caballo de Troya


“El caballo estaba en pie, y los teucros, sentados a su alrededor, decían muy confusas razones y vacilaban en la elección de uno de estos tres pareceres; hender el vacío leño con el cruel bronce, subirlo a una altura y despeñarlo, o dejar el gran simulacro como ofrenda propiciatoria a los dioses”  Odisea, capítulo VIII

Hay historias que suenan verdaderamente ridículas. Una de ellas es la mitológica del Caballo de Troya. Luego de años de sangrientos enfrentamientos y de la increíble resistencia por parte de los troyanos contra un ejército tan grande que el mundo jamás había visto, Troya caía vencido por un simple caballo de madera. ¿A qué gran general o inteligentísimo líder se le ocurriría llevar dentro de sus grandes murallas el supuesto tributo de su contrincante? Resulta inédito pensar que alguna de esas mentes brillantes pudiera en verdad decidir eso. Sin embargo, según narra Homero, así sucedió. Y de tan ridícula que suena la historia es que resulta absolutamente probable.

Treinta y tantos siglos después, la historia estuvo repleta de Caballos de Troya. Al año 2015, el pejotismo de esto algo sabe. No replicas exactas claro, y mucho menos construidas en madera, pero si de generar espejismos que simulan ser opciones diferentes, pero que en realidad comparten la misma matriz. Presentándose como dos variables, resguardan su poder, dividen a las alternativas y se aseguran por sobre todas las cosas, las bancas municipales, provinciales y nacionales. En el 2003 era Menem – Kirchner, en 2007 fue Cristina – Lavagna, en 2011 siguió Cristina – Duhalde, y ahora el proyecto era Scioli – Massa. Dirigentes que han formado parte de los mismos gobiernos, y que se separan a la hora de las elecciones pero se juntan a la hora de repartir los cargos. Gobernadores, ministros, intendentes, socios políticos que parecen peleados pero jamás están divididos. De esta manera, quien fuera director de la ANSES kirchnerista, intendente, jefe de gabinete de Cristina Fernández y candidato a diputado testimonial, procura aparecer como la alternativa y renovación. A pesar de todos los artilugios empleados, la táctica tantas veces repetida esta vez parece no dar resultado. Entonces, ante la fallida propuesta de instalar el escenario PJ uno  vs PJ dos, el partido único reformula la estrategia: Ya no es ser oficialismo y oposición, sino tomar de la oposición todas las candidaturas posibles.

En el supuesto escenario de que Mauricio Macri, Ernesto Sanz y Elisa Carrio, aceptaran que Sergio Massa participara en la PASO opositora, significaría que luego en el armado definitivo de las listas para presentar contra Daniel Scioli, varios ex kirchneristas y ex integrantes del gobierno peronista se quedaran con las bancas a senadores, diputados, legisladores provinciales, concejales y otros. ¿Cuál sería la postura de todos estos postulantes una vez electos en las bancas? ¿Respetarían al electorado opositor por el cual fueron electos o automáticamente saltarían al bando sciolista? Como en la antigua historia de Homero, la decisión de permitirle al kirchnerismo camuflado competir contra el kirchnerismo explícito suena ridícula, casi tan ridícula como pensar que un ejército de decenas de miles se retiraría luego de años de batalla, y dejaría un tributo a los dioses enemigos. Sin embargo, la trampa entonces y ahora sigue siendo la misma. Según  historiadores y cuentistas, fue el temor al enfurecimiento de los dioses lo que nubló la visión de aquellos grandes troyanos, que luego decidieran entrar el caballo. No permitamos que el miedo nos haga perder una vez más, la oportunidad histórica de construir una alternativa de gobierno diferente.

*Asesor legislativo e integrante de la Juventud de Unión por la Libertad para Unión PRO.

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