Massa reordena la interna bonaerense

Massa reordena la interna bonaerense


El Frente Renovador de la Provincia está bastante convulsionado. Con la posibilidad de ganar la gobernación colgados de la boleta presidencial de Sergio Massa, pero sin tener un claro candidato que aglutine votos, varios dirigentes se anotaron este año en la competencia para suceder a Daniel Scioli en 2015. El tema es que tantas manos en el plato hicieron mucho garabato.

Darío Giustozzi, Felipe Solá, Mónica López, Gustavo Posse y Jesús Cariglino aseguran que participarán de las primarias para definir al candidato que en octubre los bonaerenses puedan votar. Por eso, ellos cinco fueron convocados por Massa en Tigre, acompañado por el jefe de campaña, Juanjo Álvarez.

La meta del presidenciable era doble. Primero, ordenar hacia adentro la competencia, y segundo, enviar un mensaje al indefinido Martín Insaurralde, haciéndole saber que hay equipo, vaya o no vaya, y que si decide pasarse tendrá que ir a las primarias a pelear como cualquier hijo de vecino.

En la última sesión del año en la Cámara de Diputados, al intendente de Lomas de Zamora le aceptaron la renuncia a su banca, obtenida en las elecciones de 2013 como el delfín de la Presidenta y de Scioli. Mucha, pero mucha agua pasó por el puente desde entonces, y hoy su pase al massismo es para algunos casi un hecho, aunque cobra relevancia la posibilidad de que se quede en Lomas o de que busque la gobernación por una marca electoral propia.

Esto último surge especialmente por el recrudecimiento de las críticas de todos los precandidatos a gobernador del FR, quienes no pierden oportunidad en decir que la incorporación de Insaurralde puede traerles las siete plagas de Egipto. Cuentan con cierto aval de Massa, que tiene la firme voluntad de hacerle pagar el costo de su especulación al ya exdiputado.

Durante el almuerzo en Tigre con los candidatos, que se prolongó por casi cuatro horas, también se definió permitir las internas para legisladores provinciales e intendentes encolumnados bajo un postulante a gobernador, “para que esté ordenado, a la vieja usanza”, informaron participantes de la reunión a Noticias Urbanas.

Este era un reclamo especialmente de López y Posse, quienes cuestionaban el hecho de que los dirigentes intermedios y locales pudieran jugar en las primarias para cualquier candidato, ya que necesitan que los militantes y la estructura trabaje con fidelidad en la búsqueda de votos y fiscales.

También Massa les encargó establecer “cinco ejes programáticos básicos” nucleados en temas de seguridad, educación y salud, para mantener la coherencia en las propuestas. Y en una de sus intervenciones, Juanjo Álvarez les pidió a los rivales que “no se maten en los medios” porque “la competencia tiene que ser útil”, a lo que todos asintieron que iban a respetarse.

El almuerzo fue ameno, aunque Solá fustigó a los intendentes José Eseverri y Joaquín de la Torre, los hombres de confianza de Massa que conducen la Mesa Coordinadora del partido en la Provincia. Los acusó de sabotear su propia candidatura y de no funcionar como reales articuladores, lo que fue acompañado por el silencio de los otros tertulianos pero la mirada comprensiva de Massa.

Por ahora, impera la paz en el FR y los esfuerzos están enfocados en reacomodar fuerzas (últimamente, se profundizaron los contactos entre Solá y Facundo Moyano, su posible compañero de fórmula) y en la agenda del verano. La costa atlántica bonaerense será el próximo escenario a conquistar

Pases y lanzamientos. En la intendencia de General Viamonte (popularmente conocida por Los Toldos, al ser esa ciudad mítica para el peronismo la más poblada del municipio), Massa compartió un asado con su intendente interino, Javier Mignaquy, quien oficializó su pase al Frente Renovador, abandonando el kirchnerismo.

Desde el massismo aseguran que para el fin del verano alcanzarán los 31 intendentes propios. Mientras tanto, el Pro continúa su estrategia de apuntalar candidatos a intendente que traccionen votos también de abajo hacia arriba, además de generar una estructura de fiscalización y todo lo necesario para no ser devorado por el PJ en el Conurbano bonaerense.

El último lanzamiento formal fue hecho esta semana por Lucas Delfino, postulante en Hurlingham. Con un asado al que concurrieron más de 300 invitados, entre ellos Gabriela Michetti, Alfredo de Angeli y el padrino político del candidato, Rogelio Frigerio, Delfino convocó a trabajar para desbancar al intendente Luis Acuña, que ya lleva 12 años al frente del municipio más pequeño del GBA, aunque cuenta con casi 150 mil electores en uno de los partidos más ricos de la zona oeste.

Delfino es asesor del presidente del Banco Ciudad y se encolumna bajo la vicejefa María Eugenia Vidal, precandidata a gobernadora. Además del añejo Acuña, otro histórico apellido aspira a la alcaldía: Rodrigo Álvarez, hijo del jefe de campaña massista. En la vereda de enfrente también está el kirchnerista Juanchi Zabaleta, íntimo amigo del vicepresidente Amado Boudou. De jóvenes 30 años, el precandidato Pro tendrá algo innegablemente a favor: es a quien menos lo condena el pasado.

Qué se dice del tema...