Por primera vez desde la fundación del Estado de Israel, en 1948, un primer ministro de ese país visitó la Argentina. Previo a su paso por Colombia y México, Benjamín Netanyahu cerró una gira histórica por Buenos Aires, de alto contenido político.
El jefe de gobierno israelí tuvo un encuentro bilateral con el presidente Mauricio Macri, con quien intercambió elogios y firmó acuerdos bilaterales para profundizar la cooperación. La relación económica tiene un potencial enorme, con los alimentos y otros subproductos a la cabeza. Argentina tiene superávit comercial con Israel, que tan sólo representa el 0,2% de las ventas de nuestro país al exterior.
Por otra parte, Latinoamérica parece estar como nunca antes en los objetivos estratégicos de Israel. El telón de fondo son los vaivenes de las relaciones de los países de la región con Irán, el mayor enemigo de Israel.
Netanyahu celebra el repliegue de la alianza chavista-iraní, que tuvo su oscuro correlato en Argentina, con el polémico memorándum de entendimiento impulsado por Cristina Kirchner. Este habría servido para encubrir la investigación por el atentado a la AMIA, con la sospechosa muerte del fiscal Alberto Nisman de por medio.
El juez Claudio Bonadio acaba de unificar las causas vinculadas a la denuncia de Nisman contra la ex presidenta y su canciller Héctor Timerman, por encubrimiento y por traición a la Patria, tal como había ordenado el presidente de la Cámara Federal. Netanyahu no podía haber llegado en un momento más oportuno. O más bien, Bonadío no podía haber tenido mejor timing político para esta demorada decisión.
El primer ministro israelí visitó los memoriales de los atentados a la Embajada de Israel (1992) y a la AMIA (1994), donde agradeció a Macri su liderazgo y compromiso para investigar los hechos y hallar a los culpables. Respecto a la responsabilidad de Irán, fue categórico: “Llegó el momento de culparlo por completo”, aseveró. Netanyahu considera a Irán como el máximo promotor de ataques terroristas contra su territorio y blancos judíos en otros lugares del planeta.En ese sentido, el mandatario alertó que “el terrorismo de Irán sigue operando en Latinoamérica”.
El caso AMIA recobró relevancia en la relación entre Argentina e Israel desde que Macri terminó de dar de baja el pacto con Irán, a la par de los avances de la Justicia en esa línea. Sin dudas, esto allanó el desembarco de Netanyahu y el relanzamiento de las relaciones con la Argentina, país con una de las mayores comunidades de la diáspora de judía y única víctima del terrorismo islámico internacional en la región.
Asimismo, Macri destacó la entrega de documentación histórica de la Argentina sobre el Holocausto y agradeció a Netanyahu el apoyo de Israel para el ingreso de nuestro país a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Para finalizar, las relaciones entre América Latina e Israel están por recibir un gran impulso y nuestro país se perfila para jugar un rol protagónico. Esto puede representar réditos en materia comercial. No obstante, Macri debiera ser consiente que la proyección israelí en la región también obedece al creciente aislamiento internacional al que ha llevado Netanyahu a Israel, con un fuerte endurecimiento de la política hacia sus vecinos. Cuestiones que el Gobierno deberá sopesar y analizar tras esta gira.
Patricio Giusto. Master of China Studies (Universidad de Zhejiang) y Magíster en Políticas Públicas (FLACSO). Politólogo y docente universitario (UCA). Director de Diagnóstico Político.