La agenda política argentina previa al mundial, ya empieza a movilizarse en torno a las presidenciales de 2015., más allá de la suerte deportiva de nuestra selección futbolera.
Pasado un verano lleno de incertidumbres, a partir de marzo se observa una paulatina estabilización de las variables económicas, a saber: aquietamiento del tipo de cambio, el cierre de los principales acuerdos paritarios y el paulatino descenso de la inflación y si bien subsisten algunos conflictos, el acuerdo con el Club de París, permite avizorar un clima de tranquilidad y cambio de expectativas, además de desmentir los pronósticos agoreros del mes de enero.
Por lo tanto es esperable que la economía coadyuve para que el pueblo argentino pueda elegir sus candidatos en un clima de tranquilidad social, más allá de las pasiones políticas.
El horizonte electoral de 2015 nos ofrece un cronograma por demás denso si tenemos en cuenta que, con la casi segura instrumentación de las PASO, en la Ciudad de Buenos Aires podríamos estar votando seis veces a lo largo del año. De tal forma tendríamos: PASO para elegir Jefe de Gobierno; Legisladores y Comuneros; elección de primera vuelta para Jefe de Gobierno, Legisladores y Comuneros y eventual segunda vuelta de Jefe de Gobierno. Luego estaremos votando las candidaturas nacionales, esto es, PASO para Presidente y Vicepresidente y Diputados Nacionales; elección de Presidente, Vicepresidente y Diputados Nacionales y eventual segunda vuelta de la fórmula presidencial.
Es casi seguro que la Ciudad de Buenos Aires sea el distrito que encabece el cronograma electoral del año 2015 y que en el mes de febrero o principios de marzo venza el plazo para la oficialización de candidaturas para cargos electivos de la Ciudad.
No escapa a los analistas que, si bien la agenda política propia de la Ciudad ha venido ganando espacio desde la sanción de la autonomía de la misma, aún tratándose de elecciones locales, los grandes temas nacionales y sus respectivas formaciones, determinan y movilizan al electorado.
Desde este punto de vista y las posibles alineaciones nacionales, serían cuatro bien definidas:
• La coalición UNEN-FAP, con Cobos explicitando su candidatura en un acto reciente, plagada de entredichos y contradicciones e intentando despertar un sentimiento antiperonista descontextuado y extemporáneo. Su campaña se perfila haciendo foco en la denuncia sistemática, en el ataque, también sistemático, al justicialismo y en cierta fortaleza territorial en distritos como Mendoza y Santa Fe, intentando tapar y desligarse de la situación generada por el narcotráfico en Rosario. Problema sin resolver es la inoculación del “germen de la discordia”, satirizado de manera genial en el programa Periodismo Para Todos del periodista jorge Lanata, al introducir la posible integración de Mauricio Macri en la conformación de la coalición.
• El de la centro derecha expresado por el PRO. Con epicentro en un solo distrito, la Ciudad de Buenos Aires, y sin acompañamiento nacional, aparece como una expresión minoritaria que ha visto crecer su aceptación en la Ciudad pero que es rechazada por amplios sectores sociales. Como se mencionara en el apartado anterior, de cómo se resuelva la “discordia” con UNEN-FAP, dependerá la competitividad de este espacio.
• El del Frente Renovador. Sin representatividad social y política definida, puede transformarse en una expresión fugaz, sin proyección nacional, acotada a algunos intendentes de la provincia de Buenos Aires, conteniendo expresiones marcadamente contradictorias entre sus referentes económicos. Sin anclaje social y político definido, sin propuestas ni ideas-fuerza que motiven al electorado es posible que el paso de los meses haga que este espacio vaya perdiendo consistencia.
• El del Frente para la Victoria, que expresa la posibilidad de continuar con los aciertos de las políticas implementadas a partir del 2003, corrigiendo errores, rectificando rumbos en caso de hacer falta y aportando toda la experiencia y capacidad de gestión acumulada a lo largo de estos años.
Desde distintos sectores políticos y sociales, venimos impulsando la candidatura de Daniel Scioli para Presidente de la nación, por el Frente para la Victoria, por ser el argentino más capacitado para conducir los destinos de la Patria a partir de 2015. Por experiencia, por gestión y por ser quien mejor encarna la continuidad del proyecto político que se iniciara a partir del 2003.
Es quien mejor lo encarna por coherencia y por lealtad. Alguien que ha demostrado a lo largo de su trayectoria actuar siempre de acuerdo a los desafíos que se presentaban en cada momento. Siendo Diputado Nacional, en las horas dramáticas de 2001, luego como Secretario de Turismo con coraje y valentía enarboló la bandera del optimismo cuando arreciaba la desesperación colectiva. El país se recuperó y fue el turismo un motor principal de su despegue. Como Vicepresidente supo cumplir su rol acompañando la política de trasformación y dando el ejemplo de cómo debe desempeñarse el rol de Vicepresidente en la democracia argentina.
Como Gobernador de la provincia más importante del país, lleva a cabo una gestión que permite administrar la misma con recursos propios, dejando de ser la pesada carga que otrora comprometía las arcas nacionales y realizando obras de infraestructura que apuntan a la mejora de la calidad de vida y la salud de la población, y proyectan una provincia integrada con el país y con el mundo. Cobertura record en agua potable y cloacas, ruta 6, puerto de La Plata, tercer carril en autopista Buenos Aires- La Plata, Museo del Mar, Estadio Único, y edificios escolares, son ejemplos de una obra de gobierno que actúa de manera incesante en beneficio de las ciudadanos bonaerenses.
La reciente instrumentación del Juicio por Jurados, además de cumplir un imperativo constitucional, postergado desde la sanción misma de la constitución nacional, constituye una verdadera revolución en la administración de una justicia que avanza en su democratización y desburocratización. No dudamos que este hito institucional será imitado por todas las provincias y aplicado en toda la extensión de la República.
Pero también es el mejor candidato porque la hora reclama dialogo, consensos y acuerdos, sin desvirtuar lo conquistado y con la templanza y el coraje necesarios para tomar las decisiones que nos permitan progresar en este camino de desarrollo en un contexto internacional que se modifica en forma permanente y requiere de dirigentes que resuelvan sin dudas, previsibles, con fortaleza personal y política, con respaldo institucional y con equipo para gobernar. No hay lugar para improvisaciones en esta etapa de la argentina.
Algunos compañeros recientemente han expresado críticas individuales y sin mucho fundamento pretendiendo impugnar la candidatura de Scioli. Incomprensibles las críticas, si se tiene en cuenta una gestión de siete años de gobierno que puede dar cuenta de la materialización de muchos de los ideales de centroizquierda que ellos pretenden monopolizar.
Nuestra experiencia personal da cuenta de la necesidad de presentar un currículum para acceder a un empleo. En él volcamos el resultado de nuestros logros y de nuestra experiencia. Hay un argentino que tiene el mejor currículum para presidente. Daniel Osvaldo Scioli es ese argentino, sin dudas.
SCIOLI 2015 TAMBIÉN EN LA CIUDAD.
Nos preparamos, también, para gobernar la Ciudad. Una Ciudad integrada al país, vinculada a la región y proyectada al mundo que rompa con la visión de los que hoy que la gobiernan, más emparentada con un concepto de Ciudad- Estado, de espaldas al interior, aislada y soberbia.
Vamos por una Ciudad orgullo de todos y envidia de nadie. Punto de encuentro de las distintas expresiones culturales que enriquecen nuestro acerbo. Que su belleza, su encanto y su atractivo operen como el escaparate de la nación toda. La ciudad en la que cada uno de nosotros pueda reconocerse, faro cultural de América y del mundo de habla hispana.
Esta ciudad esplendorosa desde mediados del siglo XIX en adelante, con sus mansiones y edificios diseñados por una elite que puede y debe ser cuestionada, pero a la que hay que reconocerle, no obstante, buen gusto, se fue desarrollando con el impulso y el fervor de una clase media que moldeó sus barrios y que creció y se desarrolló con las conquistas sociales del peronismo. A las ya conocidas y que forman parte de nuestro activo histórico habría que agregarle ley de Propiedad Horizontal, que permitió que miles de inquilinos pasaran a ser propietarios, impulsando la industria de construcción y modelando definitivamente la ciudad.
Pero al mismo tiempo, se fueron desarrollando bolsones de pobreza; primero los conventillos y luego las villas; aisladas, amuradas, verdaderos ghetos en la viven ciudadanos a los que debemos integrar, brindándole servicios y generando lugares de encuentro a través de la recuperación del espacio público.
Una parte sustancial del presupuesto de la cuidad debe estar volcado a la urbanización de la villas, otorgándole servicios de agua y cloaca, alumbrado y alcantarillado. Una política de trasporte integradora debe propender al fortalecimiento de la conectividad Norte- Sur, hoy no tenida en cuenta en los distintos planes que reproducen el sistema radial.
El oficialismo de la ciudad ha ninguneado a las comunas, aprovechando su circunstancial mayoría para convertirlas en apéndices del Ejecutivo, negándoles todo atisbo de autarquía administrativa y política, vulnerando la letra y el espíritu de su creación. Vamos a exigir el cumplimiento de la ley de comunas y a propiciar la descentralización con la creación de una justicia vecinal que se acerque a los vecinos y sea una ámbito eficiente para la resolución de conflictos.
Entendemos que propiciando la descentralización mejorará la recolección de residuos, la atención hospitalaria, la burocracia administrativa, las obras públicas, los espacios verdes y la gestión en general. Acercar el gobierno a los vecinos perfecciona la democracia y mejora la convivencia.
La seguridad constituye uno de los fracasos más notorios de la gestión actual, recayendo sobre las fuerzas nacionales, Policía Federal, Prefectura y gendarmería el peso de la responsabilidad de velar por la vida e intereses de los vecinos, sin que tengamos noticias, siquiera, de la otrora pomposa Policía Metropolitana, cara para los vecinos pero que brilla por su ausencia.
Es larga la casuística de desaciertos y todos pueden llegar a reconocer una raíz común, una visión autocrática del gobierno, que se condice con una visión desintegrada y asilar de la ciudad.
Un equipo integrado por compañeros como Gustavo Marangoni, Presidente del Banco Provincia, Ricardo Morato, Silvia La Ruffa, Alejandro Rodríguez y los ex legisladores, Liliana Sánchez, Alicia Bello, Pablo Failde y Beatriz Baltroc, acompañados por compañeros militantes de todas las comunas, encarnamos este proyecto con vocación de gobernar la Ciudad y la certeza de que Daniel Scioli ocupará la presidencia del país a partir de 2015.