El discurso de Larreta ocultó puntillosamente la realidad social de la Ciudad. Larreta dice impulsar las plazas y espacios públicos cuando tiene previsto un remate colosal de tierras. Con ese objetivo, ha creado otra “Corporación” fantasma habilitada para privatizar el suelo sin control alguno.
Esa política de entrega del patrimonio de la Ciudad será impuesta por el hipotecamiento nacional que ha puesto en marcha el gobierno y los principales bloques del Congreso, a partir del pacto con los fondos buitre.
Larreta tuvo referencias difusas para las villas de emergencia, pero no dijo una palabra de su urbanización. En una Ciudad con 150.000 familias sin una vivienda digna, prometió los créditos que ningún inquilino puede costear con los salarios actuales.
El gobierno que acaba de avalar un 500% de tarifazo en la luz no tuvo una sola mención para las miles de familias que no tienen luz eléctrica en los barrios porteños, sin la menor asistencia por parte del gobierno nacional o de la Ciudad.
En definitiva, se confirmaron las razones profundas de la izquierda para no asistir a este discurso encubridor.