Diez días nos separan de un acontecimiento único en el país hasta ahora: la Presidencia de la Nación se decidirá en la instancia de un balotaje. La campaña se extiende a lo largo del país, y la gente habla, opina, se informa.
Podemos decir que se ha producido una ola de optimismo, que la gente quiere participar de forma más activa en la vida democrática de nuestro país. Todo esto es motivo de celebración y es una muestra de cómo los argentinos podemos estar unidos.
Hay una nueva vocación por participar activamente del acto electoral y en la política.
La Argentina es de todos. Desde Cambiemos creemos que el Estado tiene que estar al servicio de la gente y no de unos pocos aprovechadores. Sabemos cuál es la importancia del diálogo, por lo cual, el 10 de diciembre, todos los candidatos a presidente que quieren trabajar para un mejor país, serán convocados a hacerlo.
El debate del domingo que viene será un momento más en el que podremos seguir proponiendo las políticas para que los argentinos vivamos mejor. Ya lo hicimos para las elecciones generales de octubre, debate al cual faltó Daniel Scioli.
Una campaña debe centrarse en propuestas, queremos mejorarle la vida a la gente. Atacar no sirve. El miedo es algo que paraliza, que no deja avanzar. Por eso, hay que superarlo, hay que animarse a cambiar aquellas cosas que sabemos que pueden estar mejor.
Mediante la tecnología y nuevos medios de comunicación pudimos acercarnos a mucha gente y generar un sentido de comunidad, algo que estaba perdido en una Argentina dividida. No existe el “ellos” o el “nosotros”, todos somos el país.
Que aquel que tenga un sueño de tener un trabajo digno, una vivienda propia, de terminar sus estudios, mantenga la esperanza de que todo se puede lograr.
¿Qué mejor campaña que proponerle a la gente herramientas para vivir mejor?
Quedan diez días. Y no hay dos modelos contrapuestos, como algunos dicen. Lo que hay es gente que quiere un cambio, un país unido y para todos. Una vez más esto se logra con diálogo, hablando con nuestros conocidos y escuchando lo que cada uno tiene para decir, tal como lo venimos haciendo a lo largo de todo el país en los últimos años. Pensamos en un gobierno abierto y transparente, en el cual no hay solo mensajes unidireccionales por cadena nacional sino conferencias de prensa en las que se pueda preguntar.
Eso es lo que los argentinos esperamos, un Estado para la gente, que todos sintamos como propio.