Quien más quien menos, sabe lo que es una utopía. Se trata de un proyecto extraordinario, ideal, perfecto, pero que resulta imposible de concretar.
El comunismo, que buscaba la igualdad social absoluta de todos los hombres, fue una gran utopía; y hoy podríamos decir que, incluso, la democracia, la que pensaron e imaginaron los revolucionarios franceses del siglo XVIII, también era un sueño que nunca se llegó a realizar, más allá de tenemos las formas en las los ciudadanos eligen un gobierno. En realidad, la democracia es un sistema de aparente igualdad que está manejado por los que detentan el poder económico.
En cambio, la ucronía es un pensamiento que en lugar de mirar para el futuro mira para atrás. Quienes imaginan ucronías se preguntan qué hubiera pasado si las cosas que sucedieron no hubieran ocurrido. Por ejemplo, ¿qué hubiera pasado si la selección argentina ganaba la Copa América? Esta es fácil: Messi no hubiera renunciado y sería un héroe nacional. Tal vez el presidente lo hubiera recibido en la Casa Rosada.
Muchos han dicho que entre los tres candidatos más importantes que compitieron en las elecciones últimas no había grandes diferencias. Macri, Scioli y Massa, con sus estilos y estrategias de campaña, decían y proponían prácticamente lo mismo como plan de gobierno a pesar de encarnaban anhelos diferentes de la población.
¿Qué hubiera sucedido si en lugar de ganar el candidato de Cambiemos hubiera triunfado Scioli que, en verdad, perdió por muy poco?
Este tipo de preguntas se han hecho infinidad de veces en la historia, en particular en la literatura. Lo hizo Borges, pero uno de los que hicieron una suerte de ucronía muy interesante fue un escritor norteamericano de ciencia ficción, Philip Dick.
Para los que no lo han leído les puede servir saber que sus libros y cuentos fueron la base de exitosas películas como la famosa Blade Runner. Es, de todas maneras, un poco injusto ceñir a Dick a la ciencia ficción, porque en sus libros, que desde luego están llenos de elementos futuristas, tiene entre muchas una preocupación central. El se preguntaba sobre qué es la realidad y cuál era la verdad realidad en la que vivimos. Si se lo piensa bien esta cuestión tiene que ver también con el periodismo y los medios de comunicación. Por lo general nunca se sabe muy bien cuál es la realidad que cuentan.
Philip Dick a mediados del siglo pasado escribió un libro llamado El hombre del castillo, que mereció premios importantes y un gran reconocimiento. Hoy el grupo Amazon está produciendo una miniserie en base al libro.
El hombre del Castillo cuenta la siguiente historia. Todo sucede en un mundo que está dominado por los Nazis y los Japoneses, que le ganaron la guerra mundial a los rusos, ingleses y norteamericanos. No vamos a contar todo, pero sí destacar que dentro de la historia hay un personaje, justamente el hombre del castillo, que ha escrito un libro, que está prohibido, y en el que dice que no es cierto que ganaron los nazis sino que la Segunda Guerra la ganaron los yanquis.
Lo interesante de la historia es que cuando termina los personajes y los propios lectores no saben si la verdad está en el libro o en la supuesta realidad en la que se desarrolla la novela.
Este es el momento de volver a la pregunta original. ¿Y si en lugar de Macri hubiera ganado Scioli? Se sabe, porque no hay más que ver la televisión, que los asesores del peronista, como el ex radical Miguel Bein, principal asesor de Scioli, hoy aplaude todo lo que hace Macri en materia económica. Es decir que Bein volvió al redil junto a sus viejos correligionarios.
Sin embargo, hay quienes dudan. ¿Qué hubiera pasado con el kirchnerismo si ganaba Scioli? ¿Estaría Cristina Fernandez amenazada de ir presa? ¡José López hubiera necesitado mover sus bolsos de aquí para allá? En principio parecería que no.
Pero…, como decía el inefable Javier Romero que trabajaba de “Profe” en el desaparecido programa Duro de Domar, ¿hubiera Scioli podido gobernar? También mucho dicen que le hubiera sido imposible con tanta presión de los K.
Ahora bien, si bien Scioli tuve una pésima estrategia política y de campaña, según muchos especialistas, en especial porque hacía un seguidimo exagerado de la entonces jefa estado, el ex motonauta no la quería nada de nada. Y era correspondido por la señora, que lo despreciaba.
Es entonces donde uno se pregunta si tarde o temprano, tal como Macri, Scioli no hubiera estado obligado de avanzar sobre los kirchneristas, por más condicionado que estuviera. Se los iba a tener que sacar de encima. Que lo pudiera hacer es otro tema.
Hasta acá, referimos una ucronía. Hay montones de ucronías posibles que se basarían en datos reales o suposiciones. Pero lo concreto es que finalmente ganó Macrí.
Sin embargo, los que leyeron a Philip Dick se podrían preguntar: ¿Ganó Macri o al final ganó Scioli? Gran misterio de la ficción o de la ciencia ficción.