La Sociedad Argentina de Pediatría dio a conocer estadísticas alarmantes sobre mortalidad infantil en nuestro país.
La cifras dan cuenta de la muerte de un infante cada 48 minutos, lo que significa una cifra cercana a 11.000 defunciones anuales.
Pero, dichas cifras tienen una gravedad aún mayor si se tiene en cuenta que el sesenta por ciento de dichas muertes se podrían haber evitado si los niños tuvieran acceso al agua potable y/o algún tipo de atención referida a la medicina preventiva.
La estadística en cuestión se refiere sólo a muertes, mas debe tenerse en cuenta que un número mucho mayor de niños va creciendo con enfermedades a cuesta que se transformarán en crónicas y que más tarde o mas temprano le pueden ocasionar la muerte.
Los indicadores comunes a dicha situación de mortalidad infantil se encuentran absolutamente ligados a la pobreza, el mal trato, falta de prevención y de agua potable. Tan en es así que en las provincias más pobres del país existe un índice de mortandad mucho mayor y que llega al 30 por mil de los nacimientos, esto es que cada 100 chicos que nacen 3 fallecen.